Capitulo 5.- Vacaciones: Tiempo de Madurar y Crecer

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(Original: 31 de Mayo del 2019)

9 de Agosto del 2016

Han pasado casi dos meses desde que Rodrigo rechazó a Adri. Dos meses en los que ella prefería usar la escuela como una manera para tratar de olvidar lo sucedido, y de esa forma, ser uno de los mejores promedios de su grupo. Adrianna ya no era la misma chica, aunque se esforzaba por hacer parecer que no era así, a pesar de lo sucedido, seguía siendo amiga de Rodrigo, pero siempre mantenía distancia de él. Ahora son vacaciones de verano y la chica escribe en su "diario" sus sentimientos, aún presentes, por su amigo. Adri sabe que es algo masoquista mantener esas esperanzas, las mismas que en varias ocasiones la han hecho llorar en silencio por las noches, a veces pasándolas en vela. La lectura ha sido su mejor refugio, y a su vez, un arma de dos filos; por momentos se olvida de todo, y hay otros en los que termina llorando por algo que quizá no suceda. Hoy es una de esas noches, esta vez leyendo poesía de Pablo Neruda:

"Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas."

Alza la mirada, sumergida en ese mundo de comparaciones, metáforas y sentimientos, respira hondo, para evitar llenar sus ojos cafés de lágrimas; se recoge un poco su cabello castaño que le llega por debajo de las caderas, y prosigue con su lectura:

"Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras"

No lo soportó más. Cierra el pequeño libro, se acuesta en su cama y deja que las lágrimas salgan, permite que el dolor reprimido se apodere de ella, suelta esa carga pesada que la lastima. Después de algunos momentos, se detiene. Respira profundamente y seca su cara. Observa su reloj, son las 4 de la madrugada. Va hacia el baño para terminar de limpiar su rostro, pero al momento de levantarse de la cama, siente una rara sensación de haberse orinado un poco, lo que la alarma un poco y sí o sí debe ir a revisar y asegurarse de que todo estuviera bien.

Una vez estando en el baño, nota que su ropa interior se había manchado de rojo. Sabía muy bien lo que eso significaba, tranquilamente se limpia un poco y prepara la ducha. Pensó en avisarle a su madre, pero prefirió no molestarla tan temprano. Simplemente se baña con agua tibia en silencio, pensando en que ya era hora de madurar; puesto que ya dejó de ser una niña, por lo que decide finalmente, matar su sentir por Rodrigo, costara lo que costara. Termina de ducharse y busca en el baño algo para evitar mancharse de nuevo y encuentra un paquete de toallas sanitarias, lee con atención las indicaciones para colocarse una. Una vez estando lista, observa la hora y son las 5:30 de la mañana, el baño tibio estaba haciendo efecto y el sueño le estaba ganando poco a poco, así que se acorruca en su cama y se queda dormida.

Mientras tanto, Rodrigo despierta de repente. Son las 5:40 de la mañana. Tiene una sensación poco conocida, como mariposas en el estómago. Acababa de soñar que estaba en una especie de cita con una hermosa chica de cabello castaño obscuro, que tenía una voz bastante familiar: se trataba ni más ni menos que de su amiga Adrianna; pero algo cambiada, un poco más alta y bonita a cómo la recordaba antes de vacaciones de verano. Lo que más le sorprendió de esa ensoñación es que terminó besándola con tanta ternura. Pensar en ello le causaba un conflicto, ella es su mejor amiga, eso lo dejó muy claro cuando ella confesó que estaba enamorada de él. No le cabía en la mente la idea de sentir algo por una amiga. Simplemente le parecía imposible.

12 de Agosto de 2016

Hoy es un día especial para Adrianna, es su cumpleaños número 13 y eso significa que vendrán de visita su prima Daniela mientras su padre estaría con ella todo el día y la consentiría como su niña pequeña que es. Está muy emocionada por pasar el día con su padre, quien es militar y por ello no suele tenerlo a su lado; así como de jugar y conversar con Daniela, la única prima con quien se lleva bien. Despierta a eso de las 10 de la mañana, con la dulce voz de su madre entonando "las mañanitas" mientras le traía desayuno a la cama. Sin duda era la chica más feliz del mundo y eso bastó para dejar a un lado sus pensamientos hacia Rodrigo.

Pasó el día en compañía de su familia; y se le iluminaron los ojos al ver el regalo que le dio su papá: un nuevo teléfono celular. Adrianna se alegró tanto porque eso significaba que al fin podría comunicarse con sus amigos y su padre mientras no los tuviera cerca.

En eso, recuerda una de las primeras conversaciones que tuvo con Bruno, cuando le platicó sobre los emuladores y su utilidad para jugar videojuegos sin la necesidad de una consola. Le dio un poco de nostalgia al recordar que ya no estaría en la escuela y no lo vería para jugar con él The Legend Of Zelda; pero reprime un poco eso y termina de disfrutar su día al lado de Daniela entre juegos y conversaciones aleatorias de música y escuela; sin olvidarnos del delicioso pastel de chocolate, el favorito de Adri. Finalizó el día con un maratón de películas junto a sus padres, todas de acción y superhéroes, que fueron muy de agrado para la familia. Entre Superman peleando con extraterrestres y Jackie Chan en una de sus tantas aventuras, la cumpleañera se queda dormida en el regazo de su papá.

A la mañana siguiente, Adri acompaña a su papá al cuartel y se asombra de ver el entrenamiento de los demás militares corriendo, saltando y pasando por diferentes pasamanos. Se animo entonces a intentar pasar por el pasamanos más pequeño que había, sintiéndose con la habilidad de lograrlo. Al comienzo le costó un poco de trabajo, pero fue dominando sus brazos y tomaba la fuerza para pasarlo. Su papá la mira con admiración y algo de nostalgia, ya no era su niña pequeña de 5 años.

Estúpido Amor! (En re-edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora