CAPITULO 29

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-¿No tengo nada que hacer aquí?-. Preguntó sarcástica para ocultar que estaba herida-. Sabes perfectamente lo que yo hago aquí-. Susurró conteniéndose y sacando su ira desatando el nudo de aquella bata para exponer el cuerpo de su amante-.

-Camila-. Le dijo en tono de advertencia-.

-¿Qué? ¿Qué acaso veré algo que no haya visto antes? No lo creo, porque sabes que conozco a la perfección cada centímetro de tú cuerpo-. Susurraba cerca de sus labios acariciando su abdomen y acercándose peligrosamente a su entrepierna-. Sé cómo va a reaccionar ante mis caricias incluso antes que tú ¨Lauren ¿Sabes porque?-. Preguntó retóricamente-. Porque me pertenece, porque cada milímetro de esta piel es mía y sólo mía, porque no puedes estar con nadie que no sea yo, yo soy tú dueña-. Para la chica de ojos verdes esas palabras fueron el detonante.

-¡No lo soy!-. Le gritó distanciándola bruscamente-. ¡No soy de tú propiedad Camila! ¡Me niego a ser tú puto juguete! Porque eso que me quieres decir con tus palabras no es verdad, que soy alguien de tú propiedad de la que puedes prescindir en cualquier momento, porque ahora soy tú juguete predilecto pero mañana quizás sea otra u otro, porque contigo nunca se sabe, porque sólo eres capaz de ver por ti por nadie más y yo ya no quiero eso-. Camila abría y cerraba la boca sin ser capaz de defenderse de aquellas acusaciones. -Ahora sal de mi habitación, por favor-. Insistió Lauren evitando mirarla a los ojos-.

-No me voy a ir, no quiero irme-. Respondió cruzándose de brazos-.

-¿Qué quieres? Asegurarte de que no corra a los brazos de otra cómo tú lo haces cuando no consigues estar conmigo-. Preguntó con impotencia-.

-Lauren, no entiendo porque estás actuando así, pensé que todo entre tú y yo estaba claro, no tienes por qué hacer este tipo de escenas-. Expresó duramente-. Lauren la miró dolida.

-Tienes razón, no tengo ningún derecho a decirte nada ni reprocharte porque son las reglas, pero si puedo decirte que no quiero verte en este momento, así que por favor vete-. Expresó y se dio vuelta para no seguir mirándola-.

Camila no sabía que hacer para revertir esa situación. En realidad sabía que si podría, que con dos palabras que se habían estado guardando Lauren cambiaria de inmediato esa actitud, pero aún no estaba segura de arriesgarse en todo eso, ella no era una mujer de relaciones y sabía que si le decía cuanto la quería y después no tenía la valentía suficiente para hacerlo público, la haría sufrir el doble. Así que hizo lo que siempre hacía, llevar los sentimientos a lo físico.

Se acercó con velocidad para voltearla y besarla desesperadamente sin darle la opción de rechazarla, no era un beso tierno ni calmado, era pasional y brusco, tanto que sintió el sabor de su propia sangre, ya que Lauren le mordió el labio con una fuerza excesiva.

Lauren quería rechazarla cómo antes, quería empujarla y correr lejos de esa mujer que tanto quería, pero que tanto daño le hacía con sus acciones y palabras.

Sin embargo, su fuerza de voluntad se veía mermada con cada caricia, al sentir cómo Camila se quitaba con ansiedad cada prenda para quedar desnuda para ella, cómo la guiaba para que la tocara. La chica de ojos verdes quería pensar que esas acciones tan desesperadas era para decir todo lo que no se atrevía con palabras, para decirle que si, se sentía dueña de su cuerpo pero quería también que ella fuera dueña del suyo. 

La latina ya se encontraba sólo en ropa interior, mientras Lauren aún conservaba la bata de baño abierta, ya que Camila no cesaba en sus caricias, porque sentía que si se detenía tan sólo por un instante la chica se arrepentiría y la alejaría, otra vez. Dejo que la estorbosa última prenda cayera al suelo para contemplar su desnudes, su cuerpo único, ese que tanto le gustaba tener sólo para ella y que el sólo imaginar que fuera de alguien más la enceguecía de celos, porque con ella había perdido su virginidad, con ella experimento lo que placer significaba y no permitiría que hubiera otra, nunca. La tomó por la muñeca violentamente para acercarla a la cama y lanzarla para luego arrojarse ella sobre su chica.

INALCANZABLE CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora