♧ Bolsas

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─André  de verdad necesito que arreglen mi lavaplatos─ dijo el chico castaño al señor de canas tras el mostrador en el lobby del edificio.
─Bernie, ayer fue el plomero y no estabas─ le dijo el señor André bastante escéptico, sabía que era mentira pero quería darle al niño un escarmiento, sabía que aunque tenía 28 años era muy modesto e inmaduro para su edad.
─André, tienen que avisarme para que acomode mis horarios además tú bien sabes que a esas horas yo no suelo estar─dijo ya molesto Bernie cuando se empezó a escuchar la voz de una chica británica hablando por el móvil.
Su acento vaya que lo impactó, llevaba el cabello castaño con ¿los colores del arcoiris? Saliendo de la coleta alta, unos deportivos y playera negra en V con un perrito en mano y los auriculares colgando de una oreja.
Le tendió las llaves a André y colgó el teléfono.
─¿británica?─ Preguntó al aire el castaño, solo recibió una risita por parte de ella y su olor le lleno las fosas nasales, un olor tan único: una mezcla de manzanilla, café y algo más algo indescriptible.
─No, soy mexicana─ le sorprendió mucho, no lo parecía. Le dejó tantas preguntas desde ¿quién era? ¿ hace cuánto se mudó? ¿Porqué estaba ahí?, la observó marcharse y pensando hasta que André lo sacó del encanto.
─Viene el martes─ le dijo, viendo su cara de incredulidad─el plomero, viene el martes a las 10 de la mañana─ le volvió a decir.
─ Claro, pero ¿quién es ella?─Lo dijo sin pensar prestando atención al señor.
─ella se llama Allison, es de México y llegó hace 1  año  y medio si no mal recuerdo, sale todas las mañanas a correr temprano─ le explicó a su cliente.
─Vaya, y ¿en qué piso vive?─ Le dijo el castaño recordando la vista mielosa de la chica.
─Eso es información confidencial, tendrás que preguntarle a ella.─ se encogió de hombros saliendo detrás del mostrador─ De todas formas iré a ver a la señora María a ver que necesita─ le guiñó el ojo a Bernie quien no reaccionó.

La señora María es una anciana de 84 años que vivía en frente de Allison con quien se llevaba muy bien.
Bernie miró el reloj de su muñeca y maldijo para sí,  se le hacía tarde para ir a la cita con Kenall.
Salió corriendo y chocó contra un cuerpo delgado.
─Fíjate imbécil─ dijo la chica castaña preocupándose por su perro, aliviada de que la correa no se la haya escapado.
─Perdona,  que se me hizo... ─se quedó a medias era ella, Allison.
─Como sea─ dijo sin ver al chico con el que había chocado y entró al lobby buscando con la mirada al recepcionista, y ahí lo vió de nuevo, al ojiverde tragandose su propia baba regreso a la realidad y le pregunto─¿dónde esta André?─ Le preguntó al chico castaño.
─Fue con la señora Mari─ le contestó con una sonrisa de lado.
─Mierda─ exclamo en susurro la castaña pensando en otro plan.
─¿Se te ofrece algo?─ le pregunto Bernie─ puedo ayudar─ le dijo el chico.
─si, de casualidad ¿tendrías  2 bolsas de plástico?─ Sus ojos brillaban cuando le pregunto.
─Si, por supuesto, están en mi piso ¿gustas? vamos por ellas─ le contestó Bernie ella asintió y subieron al elevador.
Rompiendo el hielo empezó Bernie a hablar.
─Así que... ¿mexicana?─A lo que ella solo sonrió.
─Si, mexicana ¿tú eres de Barcelona?─ La curiosidad la mataba ella no había escuchado ese acento en el año y medio que llevaba ahí.
─no, soy de Catalán─ le dijo rascándose la nuca y emitiendo una sonrisa,  ella lo vio y se percató de sus tatuajes pues su sudadera se movió de su lugar. ─¿cómo te llamas?─Fingió no saberlo.
─Allison Corgata ¿tú?─ Dijo un tanto incómoda.
─Bonito nombre, yo me llamó Bernietrand Schulz, pero llamame Bernie─ le tendió su mano 
─No lo habia escuchado, el nombre me refiero─dijo cuando lo vio confuso,y le estrecho la mano, sintiendo una oleada de calor que los invadió.
Salieron de elevador
─Si, lo sé.  Me molestaban por eso─ dijo algo incómodo.
Se dirigieron al departamento y él abrió invitandola a pasar
─¿del tamaño que las bolsas?─Le preguntó sacando unas de la cocina.
─De preferencia una pequeña y otra grande─se agachó a jugar con el pequeño Satet no quería husmear donde a penas sabia el nombre de la persona.
─Claro ¿para qué son?, si se puede saber─pregunto Bernie
─Son para la popo de Satet─ respondió, acariciando al cachorro
─¿Satet?─ Cuestionó otra vez
─Mi perro─ contestó ella divertida, contándole como se lo habia encontrado y bajando por el ascensor.

Allison continuó con su carrera y Bernie fue hacia su cita con Kenall su pareja quien le habia dejado 10 mensajes de voz y 15 llamadas perdidas.

Kenall era un chico rubio de ojo cafe, quien no tenía mucha paciencia que digamos, llevaba saliendo con Bernie 5 meses y de novios no tenían ni 1 mes. Estaba sentado en el restaurante con solo un té esperando a su pareja, cuando el castaño mostró señales de vida los nervios de éste se relajaron.
─Perdona, de verdad ya venía pero André no me resolvía el problema del lavaplatos─ se excusó Bernie, pensando en Allison. ─Dijo que el plomero irá el martes a las 10 ─concluyó debido a que el rubio tenía una ceja alzada con cara de interrogación haciendo que sus facciones se tranquilizaran.Desayunaron tranquilamente pero Bernie no podía sacar a la castaña de su mente.




Satet corría por el parque libre y sin miedo asi como se sentía su dueña, pero no del todo algo le rondaba la cabeza ese tal Catalán, ¿que estará haciendo? ¿a qué se dedicará?se cuestionaba ella. Por falta de concentración regreso con su perro al edificio en donde se encontró con André .
─¿Ya de regreso?─ Le cuestionó el señor, ella solo le sonrió y le preguntó sin rodeos sobre el chico.
─¿Quién es ese tal Bernietrand?─ André sorprendido le respondió
─¿Te refieres al joven que estaba cuando bajaste?─Ella asintió.  ─Es un bueno para nada, no se ni en que trabajé, aveces sale del país con solo una mochila y regresa en 3 días y así. Se la pasa encerrado y solo sale cuando tiene problemas o juntas. La verdad no lo sé─ y  solo le quedaron mas dudas de mas que tenía.
Se limitó a un "gracias" y se retiró a desayunar.



Sueños inesperados *borrador*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora