♧ Cena

3 0 1
                                    

Eran las 7:45 y Blu ya tenía todo listo, una mesa ordenada,  un vino tinto en la nevera, una lámpara de gas y las tortillas listas solo para calentarlas.
Se metió a bañar, se puso una camisa azul marino y unos jeans negros con unos mocasines caqui, dejó música de violín y fue por Allison.
Allison estaba lista con un vestido negro en v, unas medias negras y unas vans cafes con un chal de suéter gris, se puso quito el chongo dejando las ondas que este le hacia, se coloco corrector, se hizo un Cateye, rimel y un nude en los labios. Faltaban 5 minutos y decidió hacer café.

Eran las 8 en punto llevaba 5 minutos esperando afuera, pues se le hacia mala educación tocar antes de lo esperado, tocó y la chica del cabello de colores abrió con una taza en la mano, se veía realmente hermosa, el negro le sentaba muy bien.
─¿gustas café?─ Le preguntó Allison con una tímida sonrisa. Se veía tan tierna así,  él asintió.
Bernie le sacaba una cabeza y media a ella. Entraron al piso.
─¿negro?─ Le preguntó con una sonrisa de lado a lo que él asintió
─si, por favor─ terminó la frase.
─¿con azúcar?─  Le preguntó y Satet corrió a olerlo
─no, gracias. Me gusta más amargo ¿y a ti?─ Pregunto mientras jugaba con el canino.
─A mi me encanta el negro sin azúcar pero cuando lo tomó me da reflujo, asi que le tengo que poner crema si no quiero que mi estómago me reclame  y lo tomó regularmente sin azúcar─ le contestó la chica. ─Listo─llamó la atención del chico quien dejó al perro y se acercó a ella. ─Siéntate─ le pidió
─Pensé que era muy temprano, para tocar─le dijo él.
─Nah, estaba lista desde hace 10 minutos─le contestó ella con una risita.
─Por cierto, requiero mis bolsas de la vez pasada─ bromeó.
─Te las regreso pero tienen popo de Sat─ le pillo ella, y fue a buscar unas bolsas, y se las tendió.─Gracias─ le agradeció
─No, no, no. Era broma, esta bien gracias─ dijo riendo. Lo siguiente que sucedió fue que ella le enseño la lengua cual niña de 3 años.
Y estuvieron platicando y bromeando de la vida.

A los 30 minutos se fueron al séptimo piso a cenar entre charlas y bromas, descubrió que tenía un hermano que estaba en Londres y que pronto vendría a dar funciones a Barcelona, que quiere seguir estudiando otra especialidad, que le gustaba leer, que tenía 4  tatuajes (una pluma debajo del pecho, una runa en la pantorrilla, una cruz en la oreja derecha y las reliquias de la muerte en el pie izquierdo)   y que su nutriologo la traumatizó con  su peso.
─¿tenéis de casualidad un chile, salsa o algo parecido?─le preguntó cuando Bernie le sirvió la tortilla, ella le sonrió ampliamente y el recordó de donde venia.
─Lamentó defraudarte pero no, no como picante─ Le confesó el chico.
─esta bien. Por mas que he tratado de no comerlo, no puedo. Me criaron asi, por ende hago mi propia salsa y la llevo a todos lados pero hoy se me ha olvidado─ explicó ─pero esta bien no me mal entiendas puedo comer sin salsa─ le dijo cuando vio un poco de desilusión 
─Para la siguiente tendré salsa para ti─. Prometió el castaño
─Hey pero la siguiente me toca a mi invitarte a mi piso─ le contradijo ella.
─Perfecto entonces estaré ahí el viernes─ le guiño y recibió una risa en respuesta y siguieron platicando 

Ella descubrió algunos de los significados de sus tatuajes, sus gustos por la música pop, las peliculas de terror y acción, que era hijo único, el conflicto que tenía con la religión y el origen de su nombre que era una combinación de dos nombres franceses "Bernie y Bertrand" pues sus padres no se decidian por uno.
Cenaron, tomaron  por completo la botella vino, y siguieron conversando.

A las 12:30 am Allison y Bernie emprendieron camino hacia el departamento de la chica quien no estaba ya tan sobria, el castaño la dejo en la puerta de su piso
─hoy fue de los mejores días que he tenido en años, gracias Ali─ a ella le revolvieron el estómago esas palabras e inocentemente le abrazó  y poniendo a su ritmo cardiaco elevarse, respodiendo inconcientemente al abrazo.
─Gracias a ti por invitarme─ le dijo ella, a lo que él le dio un beso en la frente y se despidió.
Entrando al elevador gritó
─Por cierto colorcitos te ves increíblemente hermosa─ ella instintivamente se sonrojo y grito de vuelta
─Gracias, guapo─ y se fue a esconder a su recámara poniéndose su pijama, desmaquillandose y durmiendo con una sonrisa en la cara


Esa mirada, esa sonrisa le daba tanta alegría a él, y si en definitiva era la mejor noche, llegó al departamento, recogio un poco se abalanzó a su cama y se quedo dormido profundamente.

Sueños inesperados *borrador*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora