XXV. San Toad.

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“¡Cuidaos del carillón cascado de San Toad!”, le oí gritar
Mientras me internaba por aquellas callejuelas demenciales
Que serpentean en laberintos sombríos e indefinidos
Al sur del río donde sueñan los siglos antiguos.

Era una figura furtiva, encorvada y harapienta,
Y en un instante desapareció tambaleándose,
Así que seguí hundiéndome en la noche
Hacia nuevas líneas de tejados, dentadas y malignas.

Ninguna guía habla de lo que acechaba allí…
Pero entonces oí chillar a otro viejo:
“¡Cuidaos del carillón cascado de San Toad!” Y cuando sintiéndome desfallecer
Me detuve, oí a un tercer anciano graznar de miedo:
“¡Cuidaos del carillón cascado de San Toad!” Huí espantado
Hasta que de pronto surgió ante mí aquel negro campanario.

Hongos de Yuggoth y otros poemas fantásticos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora