CAPITULO 1

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LEKA

Mis ojos estaban fijos en ningún punto en concreto del techo color gris que seguro en sus mejores tiempos era blanco, el aire frío que entraba por la ventana que aunque estuviera cerrada tenia un pedazo faltante que dirigía el aire directo a mis manos manteniéndolas frias, acompañada con solo el sonido de mi respiración. Se escucha tan lejana el sonido de perros ladrando y unos pocos autos pasando no había ni la menor chispa de luz todo estaba en oscuras ni siquiera los potes de luz de la calle servían.

Saco el humo por mis labios dándole la última calada al cigarrillo que tenia en mis dedos para luego arrojar el cigarrillo a alguna parte del lugar, me levantó de ese sillón todo viejo y esquivando las botellas y vasos de alcohol salgo de esa casa un poco descuidada y viaja pero aún asi era la mas "lujosa" de este lugar en el cual la droga y las armas sobraban.

No vivía por esta calle pero pasaba la mayoría de mi tiempo aquí, la gente aquí me conocía y yo a ellos y no de una forma amistosa o fraternal, una parte de esta gente estaba involucrada en ciertos negocios y la otra parte...tenían la mala suerte de estar aqui. Cada persona con diferente historia de como había acabado en este lugar donde solo yacían un montón de personas muertas en vida o como les digo: personas rotas.

Mientras caminaba veía como la gente borracha o hasta drogada volvía a su "hogar" de los antros para descansar todo el día y volver de nuevo en la noche, la droga en mi cuerpo poco a poco se fue desvaneciendo haciendo que el dolor de cabeza vuelva. Las calles aun estaban a oscuras pero eso es normal ya que aun faltaban como dos horas para que amanezca lo que es una gran ventaja para mi ya que tenia que resolver un asunto pendiente.

Tras unos minutos de llegar a mi destino me apoye en el tronco de un árbol a la sombra esperando, lo que me llevo al momento que causo que estuviera aquí.

Flash black

Los pasos resonaban por el lugar igual que lo risas y charlas, me habría paso entre la multitud de estudiantes que caminaban rápido, pero una risa resonó aun mas que las otras haciendo insoportable oírla. Sentí su mirada encima de mi y cuando la encontré estaba apoyada en un casillero con el capitán de fútbol, Ashley presidenta del concejo estudiantil nombrada no por los estudiantes sino por el gran dinero de su padre, me miro de pies a cabeza como si fuera superior a mi yo en cambio yo solo la mire con una ceja alzada, deje el contacto visual con ella y segui mi camino no tenia tiempo para los celos y dramas de una niña rica.

El timbre toco y todos se dispersaron, a paso lento me dirigi a mi clase entre al aula donde el profesor al verme me empezó a regañar pero no escuche ni una palabra de lo que dijo solo ruido, sin prestarle atención me dirigi a mi asiento donde me quede el resto de la clase a observar lo que escribía el profesor pero no lo que decía.

Cuando el timbre toco estaba apunto de retirarme pero el sonido de mi celular me hizo detener, en el vi un mensaje de Peter el muñeco de los del equipo de fútbol pero a diferencia de otros chicos que son obligados a hacer cosas por el equipo de fútbol el se ofrecía la razón es muy estúpida pero se resume en una sola palabra; encajar. 

El mensaje dicía que quería dos botellas de licor y que las llevará a donde siempre, sabía que ese licor era para los de equipo que seguro le hicieron el mandado a el. Me dirigi a mi casillero el pasillo que estaba vacío, todos ya habían entrado a sus clases no había ningún tipo de ruido excepto el ruido de mi pisadas, al estar en mi casillero puse la clave que hizo que se abriera,quite los pocos cuadernos y basura que habían en el y del fondo ocultos abajo de mi sudadera saque dos botellas de colores transparentes que tanto conocía, las puse en mi mochila para luego poner todo como estaba en mi casillero y cerrarlo.

Las órdenes del entrenador del equipo se podían escuchar por todo el campo de fútbol los del equipo estaban mas en empujarse sin sentido que estar escuchándolo, cada vez que venia por un poco de aire o por negocios el ruido de las bocas de las animadoras se me hacia irritantes no por el echo de que me pareciera irritante lo que hacían sino por echo de sus chillonas voces pero hoy fue tranquilizante no escucharlas, abajo de las gradas con una camiseta azul y unos pantalones anchos y su cuerpo delgado jugando con sus manos estaba Peter cuando se dio cuenta de mi presencia avance hacia el, su cara estaba con unas gotas de sudor se arreglo los lentes antes de hablarme.

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