cuanto tiempo más he de vagar en este desierto de cadáveres? cuanto tiempo mas he de resucitar bajo este sol abrazador; que lejos de darme vida ha matado cada una de mis sonrisas?
he de estar aquí mañana; recordando tiempos donde el pasto era verde y suave y las tardes eran hermosas?
me arrastro incesantemente sobre las espinas escondidas en la arena, dejando rastros de sangre y sal por donde quiera que paso.
miro al cielo con la esperanza de ver color, de encontrar sentido a este martirio por el que se rasgan mis ojos.
la sal emana de estas cuencas cansadas como si su otro final se hallase conectado a los océanos mismos.
como he de enfrentar la vida si nunca me había sentido tan muerta? como mostrar fuerza cuando mis brazos se encuentran entumecidos por el frío?
es que acaso ya no hay esperanza para esta alma en pena; atormentada por las sombras que se ciernen a su alrededor?
que ya no hay dios que escuche mis gritos ahogados en la sangre de mis ojos?
donde están todos aquellos que juraron lealtad?
quizá están tan ocupados actuando como si ahí estuviesen que ya no se encuentran, quizá sus espejos están tan pulidos que no se dan cuenta que le están hablando a su reflejo...
maldita la ironía que se cierne pomposa pisoteando mi existencia con grácil insensibilidad.
maldita sea la paradoja a la que me aferré hasta perderme en la oscura noche.
malditos sean esos ojos que me llamaron al bosque a jugar y terminaron destripándome sin piedad alguna.
me miro en el espejo y veo mis ojos, pero ese ya no es mi cuerpo.... será posible que esté yo bajo toda esa putrefacta masa de esperanzas muertas y ansiedad?
acaso sigo existiendo bajo toda esta agua salada?
no sé si el tiempo ha de darme alguna respuesta, de hecho, ni siquiera sé si tenga tiempo...
sólo sé que quiero morir, quiero cerrar los ojos para nunca más abrirlos de la misma manera, quiero despertar un día con mis heridas sanas y con este tormento revoloteando mi consciencia como una fugaz reminiscencia.
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Confesiones de un corazón asustado
Poetryun torrente de plegarias y lamentos que llena mis ojos de anhelos.