Misión (Parte 1)

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-Una misión en Hanamura, curioso, sin duda.
El robot tenía los pies encima de la mesa mientras leía por encima los papeles que hacía unos minutos poseía.
El vaquero imitaba los movimientos del ninja y pasaba las hojas ojeando una tras otra, sin prestar mucha atención.

El único que parecía interesado de verdad en la información de los papeles era el recluta más nuevo, el cual hacía poco se había incorporado al grupo que ojeaba las hojas.
-¿Quienes iremos en la misión?
Habló el vaquero que dejó las hojas apartadas y se acomodó en la silla.
El arquero se quejó.
-Si leyeses lo sabrías... según esto iremos nosotros tres, Ángela, Reinhard y Morrison.
-Mmm... Eso es extraño.
El cyborg se incorporó un poco y cogió los papeles para confirmar lo que había dicho su hermano.
-¿Por? ¿Quienes son?
Esta vez al arquero le respondió Mcree con una sonrisa.
- Ángela es nuestra médica, Reinhard será nuestro escudo y Morrison ayudará en el ataque a demás de darnos las órdenes.
-¿Y por qué te resulta extraño vaquero?
El mencionado miró con una sonrisa aún más amplia al arquero.
-Fácil, la misión no será en campo abierto.
-Una infiltración.
El robot habló como si fuese lo más obvio del mundo mientras apoyaba su cara en sus palmas y dejaba los papeles al lado.
-¿Que tiene de extraño una infiltración?
- En las infiltraciones siempre viene Brigitte, nunca Ángela.
Hanzo ladeo la cabeza consiguiendo una pequeña carcajada de Mcree que hizo que Hanzo bajase la cabeza para ocultar su cara roja.
-Brigitte es una luchadora inaudita, puede sanar a sus aliados y acabar con los enemigos en muy poco tiempo. Te a elegido a ti en vez de a ella.

Un sonido extraño sonó y una voz de mujer hablo por los altavoces.

-Atena al habla, por favor que el equipo Alfa se prepare para zarpar en el Andén 8, repito. Que el equipo Alfa se prepare para Zarpar en el Andén 8.

-Esos somos nosotros. Ya habrá tiempo de charla en el avión, cielo, ahora vamos.
El vaquero se levanto seguido del ninja y del arquero, todos juntos fueron hacia la zona de los andenes.

Ya dentro del avión buscaron sus provisiones, otros reclutas, todos ellos de confianza, siempre preparaban todo aquello que se necesitase para la misión.
Los hermanos en seguida se pusieron a charlar en una de las esquinas, el ninja parecía tener las riendas de la conversación y se le escuchaba reírse de vez en cuando, mientras el arquero en ciertas ocasiones se tapaba la cara mientras oía a su hermano y en algún que otro milisegundo miraba al vaquero entre sus dedos, pidiendo ayuda o eso parecía. El vaquero observaba a esos dos con una sonrisa tonta en la cara.

De pronto un brazo agarró a Mcree y le estiró contra el que le hubiese cogido.
Antes de que pudiese reaccionar ya estaba en una esquina apartado con la médica rubia.
-¿Ángela?
-¡Hora de hablar!
-Ángela, no creo que sea un buen momento...
-¡Siempre es un buen momento!
-Ángela, ¡por favor!
-He visto como le miras, Jesse.

El vaquero pestañeó.
-Honestamente, no se a que te refieres.
-Reconozco esa mirada cuando la veo, no te hagas el tonto. Es el nuevo, ¿verdad?
Jesse observó de reojo a los hermanos que parecía que seguían hablando de lo mismo, Genji riéndose y Hanzo... ¿Rojo?
De nuevo Jesse puso esa sonrisa tonta, la cual no se dio cuenta que había echo hasta que vio a Angela sonreír de oreja a oreja.
-Espera, no creerás que...
-¡Te gusta el arquero!
-¡Por supuesto que no! ¡Y baja la voz!
Jesse puso sus manos en la boca de la chica para evitar que siguiese armando tanto jaleo, no sabía si lo hacía a posta pero estaba seguro que la médica quería ponerle en ridículo, pero un pequeño pinchazo hizo que retirase sus manos como acto reflejo, Ángela le había pinchado con una aguja.

-Joder, ¿A que venía eso?
La médica sacó un aparato de su bolsillo y puso la gota de sangre que estaba suspendida en la punta de la aguja en ella. Después de unos segundos la médica dió un suspiro cargado y miró al vaquero.
-Dopamina, adrenalina y norepinefrina... De verdad, tengo que enseñarte a mentir. Ahora tendré que darle 10 dólares a Tracer cuando volvamos...
Se quejó mirando hacia otro lado.
-¿¡Has echo una apuesta!?
-¡Por supuesto! cuando nos chocamos hablé con Tracer e hicimos la apuesta de por que estabas tan deprimido. Ella dijo que te habías enamorado, yo que, de nuevo, tenías que lavarle el coche a Morrison.
-No tiene ningún sentido hacer esa apuesta... Las apuestas se hacen con algo que puede que ocurra o puede que no, no con dos cosas diferentes. ¿Que habría ocurrido si fuesen las dos?
-¡Nada!

El vaquero dio un fuerte suspiro y se dió una palmada en la cara, se despidió de la médica con la mano mientras Ángela se quejaba pues quería seguir con la conversación. Jesse se sentó en la esquina contraria donde estaban los hermanos todavía hablando, haciendo caso omiso a la chica suiza, se puso su sombrero sobre los ojos e intento descansar un poco, sería un viaje largo.

Mientras el arquero miraba de reojo a Jesse y el cyborg no paraba de reir, la médica decidió acercarse a ellos, si no podia molestar a Romeo, molestaría a Julieta.
-No me lo puedo creer, ¿el gran Hanzo Shimada derrotado por algo así?
-Genji... Cierra la boca o te la cerraré yo...
-Disculpad.
Los dos miraron a la chica rubia que acababa de aparecer. La habían visto hablar con el vaquero pero eso era todo.
-Hola Mercy, ¿como te encuentras?
El cyborg habló, Hanzo arqueó una ceja a su hermano, no había leído de ninguna "Mercy" en los detalles de la misión, pero al ser la única mujer solo había una posibilidad.
-Me encuentro perfectamente Genji, ¿como le va a tu hombro?
-Esta mucho mejor, gracias a ti.

Una médica, todo encajó perfectamente.
-Ángela, ¿me equivoco?
-Chico listo, me gusta. No, no te equivocas, y si yo estoy en lo correcto tu debes ser Hanzo, el hermano de Genji, ¿Cierto?
El de pelo negro asintió.
-Es un placer conocerte Ángela, Genji no ha parado de hablarme de ti, créeme.
La chica rubia se llevó una mano a la mejilla.
-Oh, no, no, el gusto es todo mío, y por favor, llámame Mercy.
Ángela se acomodó en el sofá donde se encontraban los hermanos y miró al arquero fijamente.
-Bueno, hablame un poco de ti Hanzo, ¿te quedaras en overwatch? ¿Haces ejercicio? ¿Cuáles son tus gustos? ¿Tienes pareja?

La chica habló rapido. Hanzo se apartó un poco de la médica, parecía intimidado. Mientras su hermano se frotaba las manos, parecía reírse debajo de la máscara.
-¿Qué clase de preguntas son esas...?
La rubia sonrió, se suponía que tenía que ser una sonrisa cálida pero al arquero le dió un escalofrío por toda la espalda. Decidió contestar, a lo mejor de esa manera Mercy se fuese.
-No se si me quedaré, hago bastante ejercicio, me gustan las bebidas fuertes como el sake y odio las fiestas grandes.... Y no, no tengo pareja.

-Pero le ha hechado el ojo a al-
El arquero le dió un codazo en la cabeza a su hermano que estaba detrás suya, haciendo que cayese hacia atrás con un sonido fuerte.

Con esa nueva información los ojos de la doctora parecieron brillar por un segundo. Estuvo la mayoría de el viaje molestando al arquero con preguntas incomodas, el simplemente respondía de la manera más cortante posible y no poniendo muchos detalles para acallarla lo antes posible.

Algo le decía a Hanzo en su interior que este iba ser un viaje muy largo si continuaba así, por lo tanto se alejó del Cyborg y la médica y se dirigió donde estaba Jesse aún dormido, mientras, los otros dos no paraban de mirar todos sus movimientos.

Se sentó al lado del vaquero que parecía que no estuviese dormido pues levantó un poco su sombrero para ver quien se había sentado a su lado. Cuando vio que había sido el arquero sonrió para si mismo y se incorporó mirándole.

-¿Todo bien?
Comenzó a hablar el vaquero con voz preocupada, Hanzo le miró un poco cansado y suspiró.
-No dejaban de molestarme con preguntas incómodas, necesitaba un poco de paz.
Jesse sonrió.
-Tranquilo cariño, mi segundo nombre es paz.
Hanzo rió un poco lo que hizo que el vaquero se sonrojase, era la primera vez que le escuchaba reír, era una risa cálida y un tanto contagiosa, quería oírla más.

-¿Tu segundo nombre es paz?

El otro sonrió mucho más.

-Jesse paz Mcree a su servicio.

Le guiño un ojo y tilteo un poco su sombrero, de nuevo Hanzo volvió a reír, esta vez el vaquero no giró la cabeza y le miró con su sonrisa. No sabía por qué pero hacerle reír le hacia sentir más tranquilo y relajado.

Estuvieron hablando y haciendo bromas un buen rato, uno reía el otro le seguía la broma y así durante el resto del viaje. La verdad es que disfrutaban estar así, simplemente hablando, sin preocuparse de como el cyborg y la médica no apartaban la mirada de aquello que sucedía.

Desearon que el viaje durase lo máximo posible para seguir hablando juntos. Pero, cuando la nave tocó el suelo lamentablemente su conversación se detuvo.
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Será mejor que lo dejemos por aquí, así disfrutaré, de nuevo, dejandoos en ascuas. Así que, como siempre !Hasta el siguiente capítulo!

Como Una Puesta De Sol [MChanzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora