Despidiéndonos

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Su aroma a bosque me envolvía, sentía el calor que desprendía, me sentí chiquita pero protegida entre sus brazos, mis ojos se llenaron de lágrimas y sin pensarlo empecé a sollozar como una niña

Inuyasha intentaba tranquilizarme, así que empezó a pasar con cuidado sus garras por mi cabello, el cual cabe resaltar que estaba mucho más largo que la última vez que nos vimos, él se sentó en el borde del pozo, sentándome en sus rodillas

Poco a poco mis sollozos se fueron calmando, recosté mi cabeza contra su hombro, cuando note que alrededor de su cuello todavía estaba el rosario

-aun lo tienes-susurre sorprendida

-no voy a quitármelo nunca-dijo en un susurro- es uno de nuestros recuerdos

Me separe lo suficiente para admirar esos ojos dorados que tanto extrañaba

-¿Por qué me recuerdas?-dije de repente extrañada

-porque nuestro vinculo es inquebrantable aunque no voy a negarte que a veces...

-pierdes poco a poco los recuerdos de lo sucedido- susurre decepcionada

-si...-admitió en un tono lastimero- pero por alguna razón nunca lo hago del todo

-¿Cómo llegaste aquí?

Él sonrió de medio lado mostrándome su colmillo

-tu amigo ese el que se creía inteligente el hermano de Lyon...

-¿Tony?-pregunte extrañada

-ese-dijo moviendo la cabeza hacia la puerta- fue a verme y me dijo que no has avanzado

-¿disculpa?-exclame ofendida

-eh, no vayas a cogerla contra mí-menciono algo preocupado- te extraño y todo pero tus golpes aun me dan miedo

Logro su cometido ya que me hizo reír bastante fuerte

-ay inuyasha...

-¿podemos salir?-pregunto esperanzado

-pero...

-nah mi otro yo no está, no hay nadie-dijo moviendo sus dulces orejitas

-¿cómo sabias que él...?

Me guiño un ojo

-todos tenemos secretos kagome, ¡ven vamos!

Me cogió de la mano y cuando fuimos a salir se quemo

-¡ay!-se quejó sacudiendo su mano-¡mi manita!!!

Me reí, mire el campo y desapareció

-bah-bufo él molesto- claro ahora tienes súper poderes

Me reí, volvió a agarrarme de la mano y nos dirigió al goshimbuko, me agarro de la cintura y nos sentamos juntos

-por los viejos tiempos-susurre yo

-por los viejos tiempos-sus ojos como oro se quedaron mirando los grandes edificios de tokio, sus orejas se movían ante cada sonido pero parecía tranquilo-extrañe esto

Nuestro silencio no duro mucho a decir verdad

-¿Qué ha sido de tu vida?-preguntamos los dos al tiempo, y nos echamos a reír

Le conté lo del juicio y lo poco que había hecho. Él me frunció el ceño pero no me alego...extraño

-pues sango y miroku se van casar-dijo torciendo los ojos- esos dos siguen peleando a cada rato, sesshoamru está en palacio siendo el jefe de yo no sé qué junto a rin y jaken

Una semana de locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora