Cartas a: ninguna parte.

PROLOGO

¿Destino? ¿Hilo rojo? ¿Alma gemela? Solo forman parte de cuentos románticos que enseñan a los más pequeños a fin de darles algo en que creer, que no tengan ese vacío y crean que a pesar de todo al final de cada tormenta siempre hay un arcoíris. Y es un cuento bonito, hasta que la vida te hace darte cuenta que no hay un amor a primera vista, alguien que llame por la madrugada para decirte que te extraña, no hay ese sentimiento de mariposas en tu estomago; en realidad pocos llegan a experimentar algo que apenas se asemeje y Seokjin lo sabe muy bien.

Lleva una vida normal como cualquier estudiante de su edad, no le falta nada pues tiene a su familia, mascotas, algunos amigos y buenas notas; sin embargo, siempre hay un vacío cuando va a dormir. Cuando escucha canciones que le hacen sentir extraño, cuando ve a esas parejas riendo y cuando se da cuenta que al otro lado de su cama no hay nadie que seque sus lágrimas cuando se odia por las noches.

¿Por qué nos enamoramos? ¿Por qué decidimos caer ante alguien sabiendo que todo lo que empieza debe terminar? ¿Por qué a pesar de saber que los cuentos no existen sigue esperando que un príncipe decida venir por él? Porque claro, Seokjn dejó de creer cuando se dio cuenta que él no quería ser el príncipe de nadie, él quería un príncipe y un final feliz.

Porque sí, él era gay. Y aunque había tenido que mantener ese secreto con su familia, tampoco era como si tuviera que decirlo.

"Querido nadie en especial; soy yo, de nuevo. ¿Alguna vez has sentido que de alguna u otra manera el lugar donde te encuentras no es donde deberías estar? Es como, si no pertenecieras. Como si toda la gente viviese en una burbuja con alguien quien compartir, mientras tú ves pasar el tiempo, solo. Viendo estrellas y pidiendo tontos deseos que jamás van a cumplirse. O haciendo cosas estúpidas, como imaginar una vida distinta antes de irte a dormir. Seguiré escribiendo esto y mandándolas a ninguna parte, mientras tanto pretenderé estar bien por la mañana. Hasta pronto.

Firma: Jinnie."

—Aaah, voy tarde, no puedo llegar tarde de nuevo.

—Eso dejaría de pasar si dejaras de leer cosas hasta la madrugada, Seokjin, eres un tonto.

—También te quiero mamá

(...)

—¿Y esto? Supongo que alguien la habrá tirado, pero no tiene una dirección. —ese fue el inicio de todo un caos en su vida.

"Querido Jinnie, quizás no sepas quién soy. Yo, descubrí la carta por error y aunque quisiera decir que lo he hecho, que me he sentido como lo describes creo que esto es lo que merezco después de todo. Sin embargo, a veces daría todo por volver a ser un niño y tener esa ilusión de los deseos, pero ni todas las estrellas fugaces, ni todas las velas de pasteles de cumpleaños o hadas madrinas juntas podrán cumplir mi más grande deseo; poder abrazar a la gente que alguna vez amé solo una vez más. Yo no soy nada, jamás lo fui por eso es gracioso si tu carta iba a ninguna parte que terminara dando con nadie, espero tengas suerte la próxima vez.

Firma: RM o nadie. "