Había pasado ya tiempo desde su cumpleaños, estaba apenas a un día de poder ser llamado un universitario ¿Realmente merecía ese título?
Los días pasaban lentamente, y cuando el sol salía parecía solo ser un día más, cuando el sol se iba era como si hubiese desperdiciado un día más de vida. Se encontraba cenando en la mesa, apenas y prestaba atención a lo que su padre decía hasta que su madre habló.
—¿Qué se siente estar tan cerca de comenzar con la universidad?
" Si te digo la verdad, no siento ni un poco de emoción." pensó.
—Es extraño, es decir, pareciera que es algo fuera de mi realidad no pensé que el cambio de casa nos afectaría tanto, claro que extrañaré mi antigua universidad pero supongo que estaré bien en esta.
—No te preocupes Seokjin hyung, lo harás excelente. —esta vez su hermano menor le dedicó una sonrisa para después llevar un bocado de carne a su boca.— Confiamos en ti.— No quería eso, no quería sentir que alguien confiaba en él, porque siempre estaba la opción donde después de esa confianza venía la decepción.
—No hables con la boca llena, esperemos Seokjin que esta vez conozcas una chica yo creo que a esta edad deberías ir pensando con quién pasar tu vida es preocupante que a esta edad no tengas novia.
Y ahí estaba ese tema de nuevo, Seokjin quería levantarse y simplemente decirles que era gay, que él no quería conocer a ninguna chica y que por favor lo entendieran. Lo hizo, lo hizo en su mente pero no en su realidad donde solo se limitó a sonreír.
—Claro, haré lo mejor que pueda. Si me disculpan, debo retirarme necesito arreglar las cosas para mañana, ya saben. —se levantó dando una pequeña reverencia caminando a su cuarto donde se encerró.
Se dejó caer en la cama y suspiró. ¿En que momento podría dejar de vivir en una mentira? ¿Cuándo podría sentir que su vida le pertenecía?
Las horas fueron avanzando hasta dar las doce, por más que intentó quedarse dormido algo no lo dejaba, sus pensamientos lo inundaban. Harto de dar vueltas en la cama se levantó a su escritorio, viendo hacia la ventana.
Recordó al Seokjin de hace unos años, cuando tenía ocho años y una pequeña risita apagada salió apenas de sus labios.
—Esperemos, esperemos. —murmuró apenas, como lo hacía años atrás buscando una estrella fugaz. Pero parecía que el cielo se negaba a prestarle una.— Vamos, vamos. Solo necesito una de tus estrellas, necesito que me ayuden con algo especial. — Pero nada.
Tomó una pequeña hoja, escribir le ayudaría a hacer la espera menos pesada por lo que miraba de reojo entre cada palabra.
" Querido nadie en especial; soy yo de nuevo.
¿Alguna vez has sentido que de alguna u otra manera el lugar donde te encuentras no es donde deberías de estar? Es como, si no pertenecieras. Como si toda la gente viviese en una burbuja con alguien que compartir, mientras tú ves pasar el tiempo, solo.
Viendo estrellas y pidiendo deseos tontos que jamás van a cumplirse. O haciendo cosas estúpidas, como imaginar una vida distinta antes de irte a dormir. Seguiré escribiendo esto y mandándolas a ninguna parte, mientras tanto pretenderé estar bien por la mañana. Hasta pronto.
Firma; Jinnie."
Dejó la carta en uno de los libros que se llevaría fuera de la mochila y volteó al cielo de nuevo.
—Solo necesito una guía, necesito sentir que algo esta bien conmigo o que camino estoy tomando ¿Crees que podrías concederme algún deseo donde pueda cambiar mi vida o algo así? Por favor.

YOU ARE READING
Cartas a: ninguna parte.
Historia CortaEn donde Seokjin es un chico que busca darle sentido a su vida desahogándose escribiendo cartas a ninguna parte y Namjoon es un chico que se topa con ellas. [ ¿Por qué nos enamoramos? ¿Por qué nos sentimos débiles ante algunas cosas o algunas pe...