An Honourable Man - Cithara

Parte 4

El clima era cálido mientras Harry y Severus paseaban lánguidamente por los terrenos del centro, los sonidos de la risa y los niños jugando, flotando junto a ellos mientras caminaban. Era el fin de semana de Pascua y el centro estaba llevando a cabo otra recaudación de fondos que también se estaba duplicando como una función para atraer a futuros padres con el objetivo de atraerlos a adoptar.

Se unieron a Ron, Draco y Hermione, que estaban de pie viendo varios de los eventos que estaban teniendo lugar, Ron deleitándose en el concurso de lanzamiento de esponjas y haciendo todo lo posible para convencer a Draco de sacrificarse y ser voluntario para ser el próximo objetivo.

—Soy co-fundador de este lugar, mi amor, no creo que se sienta muy bien con los fideicomisarios—argumentó Draco.

—Bolas, solo eres una gallina—.

—¿Por qué no te ofreces entonces? —.

—Disculpa, pero ya he oficiado la carrera de huevo y cuchara, dado premios por el mejor sombrero de Pascua y dejé que un contingente de niños de cinco años me usara como un trepador. He hecho mi parte—.

—Los niños te quieren—dijo Draco con una sonrisa mientras envolvía su brazo alrededor de la cintura del hombre—¿Cuándo podemos comenzar a tener muchos bebés? —.

Ron se rió y acercó a Draco, diciendo—Cuando tengamos más de dos centavos para frotar juntos. Y si crees que soy el jefe de una familia de siete como mi pobre padre, puedes pensarlo de nuevo—.

—Oh, vamos—dijo Draco, y Harry y Hermione intercambiaron miradas divertidas—¿no te puedes imaginar a nosotros con una camada de niños, todos rubios-fresa con mis pómulos y tus ojos? Haremos hermosos niños—.

—Todo a su tiempo mi impaciente pequeño lunático—dijo Ron, presionando un beso en el costado de la cabeza de Draco.

Harry se inclinó cerca de Severus y susurró con una sonrisa—100 galeones dicen que serán padres el año que viene—.

—No soy tan estúpido como para tomar esa apuesta—respondió Severus, y Harry tuvo que ocultar su bufido cuando Ron lo miró inquisitivamente.

Comenzó la búsqueda de huevos de Pascua, y los adultos reunidos observaron mientras los niños entregaban sus canastas y comenzaban a hurgar en el pequeño huerto, tratando de encontrar los huevos de chocolate que Harry y Draco habían escondido allí esa misma mañana.

Harry los observó a todos con una sonrisa y Severus no pudo evitar rodear la cintura de su esposo con los brazos y tirar de él contra su pecho. Harry suspiró feliz y pasó su mano por los brazos que lo sostenían. Severus era muy consciente de que Ron y Draco los miraban como si fueran padres orgullosos, y les lanzó una mirada, que solo se encontró con sonrisas ensanchadas.

—Hola cariño—dijo Hermione cuando Lydia se unió a ellos—¿No estás haciendo la caza del huevo? —.

—No, no tuve ganas—dijo Lydia encogiéndose de hombros.

—Bueno—dijo Ron, arrodillándose frente a ella—hay otras formas de obtener huevos de chocolate—dijo, alcanzando detrás de su oreja y produciendo un huevo envuelto en oro. Harry había esperado que ella pusiera los ojos en blanco con desdén, pero parecía que incluso Lydia no era inmune a los encantos de Ron, y aceptó el chocolate con una sonrisa y un mínimo asomo de rubor.

—¿Lo estás pasando bien, Lydie? —Preguntó Harry, y la chica hizo un ruido sin compromiso mientras miraba a los niños deambulando por el huerto.

—Tanto como pueda mientras todos tengamos que prostituirnos en este ridículo evento—.

Los ojos de Harry se agrandaron y todos los adultos intercambiaron miradas de sorpresa y consternación. Harry se liberó de los brazos de Severus y se movió hacia Lydia, diciendo—Lydie, ¿qué quieres decir con eso? —.