Relatos cortos de Terror

Contestador automático

Estamos en una década de constantes cambios informáticos y evoluciones tecnológicas. Los smartphones, celulares, móviles, son una gran herramienta de trabajo y comunicación. Cada vez más y más hay distintas empresas que buscan innovar las máquinas, ya sea la detección de la huella dactilar como reconocer nuestro rosto, entre estas empresas, una de ellas decidió innovar aún más. 

Muchas veces nos encontramos en el tren y no podemos responder una llamada, o estamos demasiado ocupados para responderla, pues, esa empresa pensó que sería buena idea que la máquina generase una respuesta a la llamada, en la cual se explicase la situación en la cual se encuentra el usuario. Para desarrollar este nuevo modelo telefónico pidió voluntarios para la prueba. 

Esta es la historia de la familia Martirez, quienes usaron los móviles de prueba. 

Un día el teléfono que estaba encima de la mesa del padre sonó pero él estaba demasiado ocupado para tomar la llamada.

— Buenos días señor Martirez, ¿hoy no va a venir al trabajo?

El móvil genero una respuesta según la situación de su usuario. 

— Perdona por no avisar antes. Ahora no puedo hablar. La verdad es que me desmayé  y ahora no puedo mover el cuerpo.  Quizá tenga que ingresar al hospital. La reunión de hoy te la dejo toda a ti, te he mandado los documentos, míralos cuando puedas. 

Gracias al contestador automático, el señor Martirez pudo responder a la llamada de su compañero sin problemas. 

Por la tarde, un teléfono volvió a sonar, esta vez el de la madre. 

— Buenas tardes, ¿es usted la señora Martirez? Tenemos el pedido preparado en la sede, ya puede venir a buscarlo, si no pude, se lo mandamos por correo. 

Pero la señora Martirez, en ese momento no podía responder la llamada, así que el móvil, por criterio propio decidió crear una respuesta. 

— Perdona por no avisar antes. Ahora no puedo hablar. La verdad es que me desmayé y ahora no puedo mover el cuerpo. Quizá tenga que ingresar al hospital. En respuesta al pedido lo iré a buscar cuando seque mi sudor. 

Minutos después sonó el móvil de la hija. Era una llamada de su novio. 

— Hola, ¿la cita era a las 3, no?, llevo media hora esperando y aun no has aparecido, me estoy preocupando mucho. ¿Ha pasado algo? ¿hoy podrás venir?

El móvil decidió, por voluntad propia, responder la situación de su usuario. 

— Creo que hoy no puedo ir. La verdad es que me desmayé y ahora no puedo mover el cuerpo. Quizá tenga que ingresar al hospital.  

Los móviles de prueba eran excelentes detectando la situación de los usuarios pero no eran capaces de detectar las situaciones que no se dan normalmente en el país. Por ejemplo, si una mujer esta cocinando sushi, el móvil cambiara el sushi por el plato que conozca: "ahora estoy preparando croquetas". 

Pues esos móviles no pudieron detectar que todos los miembros de aquella familia habían sido atracados por unos extranjeros y que ahora mismo se encontraban tumbados en el suelo, atados de pies, manos, con las bocas tapadas con cinta américa y siendo amenazados. 

Todas las personas que llamaron a la familia, creyeron lo que dijo la respuesta automática y pensaron que habían caído enfermos. 

Dias después, sonó el teléfono de la madre. Era una llamada del instituto, de parte del tutor de la hija. 

—Buenos días, la señorita Martirez lleva cuatro días sin venir al instituto... ¿Qué le pasa? 

El móvil generó su propia respuesta, por criterio propio, y explicó la situación de los usuarios. 

—Buenos días, siento no haber avisado antes. Mi hija ahora mismo no está respirando y su corazón no late, por eso no ha podido ir al instituto. La verdad es que yo tampoco estoy respirando y mi corazón tampoco late. Siento interrumpir su día ocupado, pero podría llamar a una ambulancia y, si esta cerca, ¿podría venir a hacernos un masaje en la espalda? Mi hija no está respirando y su corazón no está latiendo, pero le diré que no llegue tarde a clase y le haré clases particulares en cas...

La llamada se cortó y un sonoro "Bip, Bip, Bip..." sonó.