Era un chico universitario que vivía en un pequeño apartamento en el centro de la ciudad. La habitación que me tocó no era gran cosa pero de vez en cuando ocurrían cosas muy extrañas. Por ejemplo, cuando volvía de la universidad me encontraba las cortinas rotas, el cubo de la basura en un sitio distinto al cual lo había dejado...
Como eso me ocurrió más de una vez decidí pedirle opinión a uno de mis mejores amigos.
— Tendría que contártelo desde el principio. Desde hace días, cuando llego a mi casa, el cubo de basura esta en distintos sitios y no solo es eso, a veces esta vació... otros días las cortinas están sucias o arañadas y no tengo ninguna mascota- suspiré. — Ayer por la noche, cuando volvía a casa, noté unos pasos detrás de mi...
— Eso debe ser alguna acosadora o algo por el estilo.
— Tienes razón... Había pensado en un fantasma, pero no creo que lo sea- reí.
— Podrías denunciar el caso a la policía.
— Pero si no tengo pruebas no me harán caso.
— Es muy fácil, esconde una cámara digital debajo de la cama o en algún sitio donde nadie pueda darse cuenta de que esta y filma tu cuarto. Una vez tengas la grabación la presentas a la policía, seguramente te harán caso.
Al día siguiente, antes de salir a la universidad, escondí mi cámara digital debajo de mi cama y deje que grabase todo lo que ocurriese.
Cuando terminaron las clases, volví rápidamente, algo emocionado porque al fin sabría qué era lo que estaba moviendo las cosas e irrumpiendo en mi cuarto cuando no estaba. Llegué a mi cuarto, me agaché y apagué la cámara. Comprobé que la grabación se había hecho correctamente y empece a ver el vídeo.
Iniciaba con el ruido de la puerta abrirse, enseguida se veía la silueta de una chica que caminaba tranquilamente por la cocina, abría un cajón y sacaba unos cubiertos para lameros. Después se sentaba en mi cama y empezaba a oler mis camisetas, y decía cosas raras que en el vídeo no se entendían.
Yo estaba emocionado de haber capturado todas aquellas pruebas, así que llamé a mi amigo y le explique cada cosa que pasaba en el vídeo, mientras comentaba lo asquerosas que eran algunas acciones de la mujer.
El vídeo avanzó y ocurrieron muchas cosas en él, pero llegó un momento en el que la chica se metió en el armario, no sé para qué, pero lo hizo, y no salió. Minutos después se oyó la puerta de la entrada abrirse y una persona entrando que enseguida apagaba la cámara.
Esa persona era yo.
Quien entraba por la puerta, era yo.
ESTÁS LEYENDO
Relatos cortos de Terror
HorreurSi por las noches no puedes dormir o tus pensamientos hunden tu mente, no hay nada mejor como leer unos relatos de miedo que podrían llegar a hacer que uno o más escalofríos se abran paso por todo tu cuerpo.