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Bautista

Me encontraba sentado en una silla alta, atado de las muñecas por debajo de la bandeja. Me incomodaba estar ahí, incluso mi trasero me ardía más con el simple hecho de estar aquí sentado sin hacer nada más que escucharlo tararear.

Mire el vaso al frente, de plástico y de decorados infantiles con una pajilla. Debo admitir que el levanta muertos no estuvo mal y me había quitado la cruda pero estaba aun débil, aunque claro... Sus asqueroso azotes ya me habían quitado la mitad de la cruda.

Parecía como si el cuerpo no quisiera dar su máximo como siempre lo hace y, en cambio, me daba un miserable 15% con el cual no podía ni alzar bien mi mano para empujar a ese pervertido.

Suspire, esto me estaba poniendo de muy mal humor. No quería que ganara, no dejaría que ganara pero aun debía pensar e intentar ser más listo que él... Totalmente era una opción escapar.

- Ya esta el desayuno~ -caturreo para así quitarme el vaso y dejar sobre la bandeja un poco de huevo con tocino en un plato infantil y un biberón lleno de jugo de manzana- A qué se ve delicioso, ¿no? -sonrió para después ponerse tras mio y atarme un babero al cuello-

Si, se veía totalmente delicioso pero no quería ese plato ni tampoco quería que este loco fuese a darme de comer. Yo podía hacer las cosas solo, no era un maldito bebé.

Jordán

Era complicado, sabia que lo iba a ser pero estaba siendo muy complicado.

Ahora intentaba mostrar mi mejor sonrisa, intentando por lo menos quitar la carita que tenia de frustración... Aunque debía acostumbrarme a ella por un tiempo.

Tome aire y tome algo de huevo con un poquito de tocino, lo mira para así sonreirle y acercar la comida a su boca.

- Abre la boquita~ -canturre-

- Puedo hacerlo solo, gracias -corrió el rostro impidiendo que lo alimentara-

- No, no, no -tome su mentón haciendo que me mire- Eres muy pequeño, seguro y se te cae todo y no alcanzas a comer nada... Ahora, se un buen niño y come por favor -pedí soltándole el mentón y volviendo a acercar la cucharita-  Yo se que estas muriendo de hambre~ -

Rodó los ojos, sabia que no podría negarse. Suspiro y abrió un poco la boca, sonreí y proseguí a darle de comer.

°•°•°

Narrador Omnisciente

- ¡Pervertido, dejame! -girto Bautista-

- Bautista, por favor -soltó algo cansado Jordán-

Era complicado para el joven de ojos esmeralda quitarle toda la ropa al de ojos azul hielo. Solo quería darle un inocente baño pero Bautista no cooperaba para nada.

Seguía con ese plan de no dejarse, no dejar que viera ese lado débil que tenia muy bien guardado en su ser... Él sabia que podía ganar pero debía ser realmente fuerte con su actitud.

Por el contrario, Jordán estaba determinado en reformar al mayor. Sabia muy bien que con solo en 21 días podría hacer que el bravucón más temido estuviera a sus pies llorando por cuidados, mimos y atención.

Volviendo al presente, el de ojos verdes logro sacarle la ropa y el pañal para después llevarlo a la tina donde pudo meterlo al agua llena de burbujas y juguetes de baño como patitos, barcos, pelotitas, etc...

Lección Merecida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora