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Bautista

- Oh vamos hermano, esto es divertido~ -sonrió y estiro su mano a Jordán-

Fruncí el ceño y me puse frente a él- Aléjate de este chico... Ahora, hombre -solté frío-

Sentí como me miraba... Confundido, enojado y sorprendido. Brad no lo entendía y mucho menos yo... Tal vez era por que tal vez le estaba tomando  cariño pero...

- Que buen---

- No es chiste, Brad... Lárgate o te parto la cara -forme puños-

Retrocedió con sorpresa, él sabia que yo jamás le hablaría así. Trago saliva con nervios mientras sudaba un poco y lo pensaba...

Sonriendo negó para así rascar su mentón y darme un ligero empujón juguetón, eso me hizo disgustarme.

- Ay hombre, no me digas que este bicharajo ya te hizo sus pendejadas... -soltó riendo-

- ¿De que hablas? -lo mire confundido-

- No lo se, hombre... ¿Acaso eso debajo de tu pantalón es un pañal? -me sonroje- ¿Acaso lo llamas Papi o Daddy? Pfft... -y comenzó a reírse a carcajadas-

Me sorprendí, ¿acaso este chico delgado pero con fuerza extraña ya había hecho esto antes con otro? No lo podía creer... ¿Pero por que yo? Por que quería ayudarme a mi si había peores personas.

- Eres un lúcido troglodita, Miles... Siempre creyendo que en la infancia iniciaron los problemas. Sigue con tus pendejas y deja a mi amigo, ¿si? -me empujó y tomo a Jordán del suelo, lo puso contra la pared- Anda niñato, ¿acaso en vez de "Padre" quieres ser "Bebe "? Entonces grítalo... -sonrió apretándole el cuello intentando de ahogarlo-

Los mire, asustado por muy en el fondo. Había algo raro en mi ser que me decía que debía hacer algo y... Así fue. Lo tome de los hombros y lo aleje, golpe su rostro para así mirarle con enojo mientras dejaba caer bruscamente a Jordán al suelo.

Lo mire con se riendas y enojo, era yodo un patán y aun así era mi mejor amigo... Dios, ahora entendía que debía fe cambiar antes de convertirme en esta basura. Fue a la puerta dispuesto a irse totalmente rendido ante mi carácter mientras sobaba su mejilla.

- ¿Te volviste maricón como yo? Vaya... Eres un caso -sonrió sacarrón-

Molesto me acerque y le di un puñetazo en la cara para así patearlo y mirarlo desde el suelo. Lo vi  con expresión de sorpresa... Ya no me interesaba ese maldito bastardo, era simplemente otra errata de este mundo

- Jamás vuelvas... -y azote la puerta-

Molesto, así me sentía en estos momentos... Quería partirle la cara a golpes por venir a amenazar a este chico que, seguramente, no tenia la culpa de sus buenas pero extrañas intenciones.

Pero entonces... Unos pequeños sollozos me hicieron parar un momento y volteé a ver al dueño...

Era Jordán, ese chico quien mostraba un carácter versátil y era quien molestaba en la escuela estaba mostrando un lado débil que alguna vez conocí... No lo recuerdo pero sabia que esas lágrimas de dolor y miedo no solo las había visto una vez, ni siquiera cuando lo insultábamos o lo golpeábamos jamas se ponía así.

Me hinque frente de él y lo observe, todo en él se le veía totalmente derribado. Lloraba del miedo que le hizo Brad, se abraza inseguro y protegiéndose de no se que rayos... Al verme se asunto más y quiso retroceder... Y a mi me hacer ser un bebé este chico, no comprendo nada.

- Jordán... -

- Ve-vete... De por si so-solo deseas ma-matarme... Vengate, golpeame, humillame... Pero déjame solo... -abrazo sus piernas poniéndolas sobre su pecho- Ve y diles a to-todos que soy un enfermo... Y estúpido loco y---

- ¡CÁLLATE! -grité mirándolo, no estaba enojado... Sino con angustia y disgustado- No voy a dejar que te destruyas a ti mismo... Ahora levántate, termina el desayuno y tu y yo hablaremos sobre esto... ¿Bien? -trate de bajar la voz para que confiara... Era pésimo en eso-

Él asintió, como un buen sumiso. Sollozando se fue con la cabeza agacha a la cocina donde escuche un estruendo... Al entrar solo vi como la sillita alta estaba en el suelo con la tabla safada y una pata ligeramente rota.

Más tarde...

No me dirigía la palabra, ni siquiera me había dicho algo cuando me cambie de ropa a algo normal y sin pañales vergonzosos. Algo en mi me había dicho que no debía de habérmelo quitado.

- Y... ¿Podemos hablar? -solté intentando hacer que me mirara-

- ¿Para qué? -soltó indiferente mientras abrazaba un... ¿Mono de felpa?- Solo ve-vete... Se que quieres hacerlo... -

Me estremecí al escucharlo, no quería dejarlo en esas condiciones. ¿Y si estaba deprimido? ¿Qué tal si quería suicidarse? ¿Quemaría el departamento? ¿Se clavaría un cuchillo? Estaba aterrado con todas esas ideas y realmente no quería dejarlo que algo le pasará.

Trague saliva junto con mi orgullo, no sabia por que pero lo iba a hacer.

Sin decir nada, me dirigí a la infantil habitación. Ahí saque de una caja 2 chupones y los mire un momento, era extraño ver lo pequeño que eran pero que logran calmar a los niños sin más... Supongo que igual a adultos.

Volví a la sala y lo mire, me senté a su lado y tome su mentón para así sorprenderlo. Rápidamente le metí un chupete de un color rosado a la boca antes de que soltara algún ruidito.

Rápidamente se sonrojo, me miro sin comprender y con miedo... Seguramente pensaba que me quería vengar pero no era así. Tome aire y me metí el otro chupete a la boca, era de un color morado muy fuerte. Su sorpresa era inmensa.

No hice más, vi que quería sacárselo así que puse un dedo en el chupete y negué para después forzarlo a recostarlo en mi pecho.

Me recosté en el sofá con cuidado y comencé a acariciarle el cabello, los pequeños succionamientos se escuchaban de su parte logrando calmarse hasta el punto de caer profundamente dormido... Algo que, cuando pude apreciar, me pareció lo más tierno del mundo.

No tarde mucho en seguirlo al país de los sueños...

🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼🍼
Bautista le agarro cariño a Jordán, tal vez no como Daddy pero si como persona.

¿Será el fin del bebé en la historia?

Nos leemos pronto~

Lección Merecida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora