–¡Jane! En serio te admiro ¿Cómo pudiste hacerlo? Nunca creí que pasaría, aún estoy perpleja.
Una pequeña y pelirroja muchacha gritó entre los pasillos llamando la atención de todos. Jane, la persona a la cual se dirigía, se mostraba confundida y desorientada por el escándalo ocasionado por Lara.
Su cabeza no podía concentrarse en nada más que no fuera su tarea de sociología, tarea que no logró culminar por ver su serie favorita.
—¿Por qué gritas, Lara? —. La chica asumió que tal vez se estaba haciendo la tonta, así que esperó a que reaccionara.
— Cálmate un poco ¿Hiciste la tarea de sociología?La respuesta que obtuvo no era lo que necesitaba escuchar ¿Qué le pasaba a Jane? ¡Ya se estaba fastidiando!
—¡Mierda Jane! ¡Le declaraste tu amor a Lucas! ¿y actúas como si nada? ¡estoy esperando que digas algo! Dijiste que lo harías, pero pensé que no dejarías ver tu nombre. te mande miles de mensajes, pero no contestaste.
—¿De qué me estás hablando? Yo escribí algo anoche, pero oculté mi nombre.
Lara la observó con turbación mientras pensaba que decir. Su amiga aún se encontraba incrédula, esperando que salieran las cámaras y que parara esta broma de tan mal gusto.
Con las manos temblorosas sacó su celular de la bolsa amarilla, qué iba a juego con sus zapatos el día de hoy, lo desbloqueó lentamente y entró en la aplicación que en este preciso momento odiaba a muerte. observó como el visto que debía salvaguardar su identidad no estaba activado, más de diecisiete horas y 151 vistas tenía la publicación.
Le echó una mirada a su amiga mientras en su mente rogaba a todo lo poderoso que hay en esta vida que no haya pasado lo que tanto temía. Uno a uno revisó quienes habían logrado ver su desgracia, y futura causa de suicidio. Y lo vio, esa palabra que tantas veces buscó en redes: @LuJenkins.
La pelirroja, al ver la cara pálida de Jane, tomó el celular que estaba entre sus manos y apreciando con sus propios ojos el infortunio de la muchacha formó una mueca de condolencia mientras muy en el fondo de su corazón les daba gracias a las fuerzas de la naturaleza y de la Internet que haya pasado eso al fin.
Declararse a Lucas Jenkins era algo que Jane no tenía planeado todavía, es decir, nunca lo planeó. Posteó las palabras en son de broma/liberación, pero no salió como pensó. Se reprochó internamente su torpeza, su estúpida y gran torpeza ¿Acaso nada podía hacer bien?
Recostó su cuerpo en la pared intentando tener un soporte que no la dejara derrumbarse, aunque su corazón ya estaba hecho pedazos.
—¿Por qué me pasan estas cosas a mí? Yo soy buena ¿Sabes? Dejo propina en los restaurantes, ayudo a mi mami en la casa, les paso las tareas a los demás.
Nunca dejaba propina, es más, casi nunca traía dinero para comer fuera, ayudaba a su mamá entre palabras y más palabras pensando siempre en irse de la casa cuando sea mayor de edad, ella pedía la tarea prestada.
Mentirosa por necesidad y bajo circunstancia de autoprotección a su integridad emocional.
La chica que la acompañaba sabía que ninguna palabra que saliera de su boca iba a ser aceptada o tomada en cuenta, pero aun así intentó quebrar esa cáscara de tristeza/vergüenza que se había creado.
—No es tan grave, puedes decir que era una broma. Será difícil, pero podemos convencer a la gente de eso.
—No digas nada, Lara. Es peor con cada palabra.
Agachó su cabeza deseando que todo fuera un sueño o pesadilla, que lo sucedido no sucedió, pero esto era más real que el enamoramiento que sentía ella por Lucas.
Levantó la cabeza encontrándose con la persona que menos deseaba ver ahora, Lucas Jenkins; ojos oscuros, cabello claro y desordenado, labios rosas, pantalones holgados y camisa roja de cuadros estilo leñadora con una camisa blanca debajo, cargaba su mochila en su espalda y dos libros en la mano derecha, su mirada se desvío y se encontró con la de ella, una mirada que no pudo sostener.
A los ojos de jane él era un ideal, un ideal que se ve difícil de alcanzar. Lucas no era sólo guapo, era inteligente, sociable y un joven lo suficientemente ocupado como para fijarse que alguien escribía sobre su amor hacia él en una aplicación.
Volvió a su posición fetal desviando todo conexión directa al muchacho.
—Creo que voy a llorar—Balbuceó con un sonido entre arrepentimiento y risas, aunque ya se le habían rodado algunas lágrimas. — Oh Deos esto debe ser un error, creo que me dará un infarto.
Posicionó la mano en su pecho mientras miraba a todos lados con delirio.
—Quizás lo tomó como juego o no sabe quién eres, es decir, "LiraBlue_J" no es exactamente tu nombre, y eso está bien. — Devolvió el celular a la chica y está lo tomaba alegre por las palabras de la pelirroja.
Y tenía razón, él no tenía la más remota idea de quien era, la había visto varias veces por los pasillos y en las gradas de la cancha de fútbol soccer cuando él tenía entrenamiento, pero no sabía su nombre y menos su nickname en Internet.
Algo en ella también se decepcionaba, el hecho de que él no supiera de su existenciala envenenaba, era un arma de doble filo; o sabía que existía y sabía sobre suleve obsesión/ amor, o no sabía de su existencia y su ser seria ignorado por elamor de su vida.
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SIXTEEN
RomanceUna joven Jane declara su amor a Lucas Jenkins por medio de una app de anonimato.