Guerras, comida y hechizos

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Los platos y utensilios volaban de un lado para otro, nuestros padres después de resistirse un minuto no se resistieron mas y se unieron a sus hijos en esta épica batalla del bien contra el mal y es obvio que los buenos somos nosotros.

Todos estábamos hechos un asco, teníamos comida desde el pelo hasta los zapatos ¡NI EL PORTRE SE SALVÓ DE SER DESPERDICIADO! Mientras lanzo todo lo que alcanzo a tomar, a excepción de los cubiertos y cosas potencialmente peligrosas ¿Qué? Le prometimos a mamá que no habría asesinatos y al parecer ellos también ya que evitan tocar lo mismo que nosotros.

Veo por el rabillo del ojo como mi madre junto a la señora Erica se veían extremadamente preocupadas mientras se teletransportan para salir de el comedor sanas y salvas, cuando de repente siento un fuerte estruendo al tiempo en que alguien cae sobre mí ¿Qué paso?

- ¿Qué paso? – jadié sin mirar a la persona sobre mi mientras observaba la silla destruida justo donde estaba mi hermosa existencia hace algunos momentos

- No lo sé, pero esto es raro, todos sabíamos que nuestra madre nos mataría si tocamos el inmobiliario de la casa – su voz sobre mi hizo que el cuerpo se me tensara y lo mirara de frente

Mis ojos se perdieron en los suyos mientras se retaban, el mundo se perdía mientras nos concentrábamos en el otro, en cada movimiento y pestañeo, siempre consientes que el otro atacará primero y que debemos estar listos para el contra ataque, en este momento el tiene todas las de ganar ya que me tiene inmovilizada bajo su cuerpo y mis fuerzas contra el son casi nulas, pero tengo un haz bajo la manga.... Tengo una pierna entre las suyas.

- Haces algo y te quedas sin hijos

- No lo harías, es lo que nuestras madres quieren

Dioses de las chicas que siempre terminan en situaciones comprometedoras con sus enemigos por favor ¡MATEN A ESTE INBÉCIL!

De repente se escuchó otro estruendo que esta vez hizo que todos se detuvieran en seco. Con el imbécil aun encima de mi bello cuerpo, giramos la cabeza hacia donde ocurrió el ruido Will estaba sujetando a Ana con los ojos muy abiertos mirando otra silla hecha pedazos ¿Qué carajos? Yo pedí que mataran a Dante o a una de sus hermanas.

- ¿Niños están bien? – gritó nuestra madre mientras corría hacia nosotros

- ¡suéltame! – gritó enrabiada Melody y en eso el candelabro cayó en medio de la mesa.

- ¡¿Qué está pasando?! – grito Erica mirando a sus hijos

- Creo que es un hechizo – susurre solo para mi aun que Dante si lo oyó

- ¿A qué te refieres? – me miro interrogante mientras continuaba sobre mi – los hechizos no hacen esto sin que alguien lo provoque

- Quizás no es uno común

Me expliqué mientras al fin lograba ponerme de pie con la ayuda de Dante que se había dignado a levantarse observé la sala con atención, todos tenían la preocupación, el miedo y la sospecha en el rostro, pero nadie se veía sospechoso.

- Escuchen – alce la voz para que todos me miraran – creo que deberemos dejar esta cena por hoy

- Opino lo mismo – dijo Anastasia la otra gemela – pero que no quede de precedente

Mire a mi madre de reojo y se le veía ansiosa al igual que su amiga ¿Qué demo...

- Bueno en ese caso es hora de irnos, Mónica hablaremos mañana – hablo Erica demostrando autoridad

- Si querida, espero que lleguen bien a casa.

Después de que los Sidereumnox se fueran tardamos una hora en dejar la casa limpia de nuevo, estaba agotada y mañana tenía clases. Me estiré y me dispuse a ir a la ducha para quitarme toda la mugrería que llevaba encima. Después de hacer toda mi rutina de limpieza y colocarme un camisón de seda, al fin me recosté en mi cómoda cama para caer en los brazos de Morfeo no sin antes repasar todo lo que había pasado sin mencionar aquella cena que no era mas que el inicio de la tormenta

Moon: el hechizo del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora