[12] Extrañar

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¿Quieres almorzar conmigo? —SeungCheol le hablaba desde el otro lado de la línea

—Si, saldré en veinte minutos

Las cosas entre ellos marchaban bien, SeungCheol se había vuelto más atento con Jihoon. El susto de creer perderlo le hizo recapacitar sobre ser más cercano y afectivo

Jihoon se lo merecía

Y eso también se veía reflejado en la manera de besarse, ahora sus besos eran más cálidos y duraderos. Calor, dulzura, cariño, sinceridad, respeto, cobijo, temblanza, franqueza, resguardo, era todo lo que sentían cuando sus labios de tocaban

Jihoon se subió al auto que lo esperaba, sus salidas a almorzar se habían vuelto un hábito para pasar más tiempo juntos

—¿Cómo te fue hoy Jihoon? —Le preguntó SeungCheol poniendo en marcha el motor

—Bien —....

—¿Tienes clases en la tarde?

—No pero debo ir a un lugar —Jihoon jugaba con sus dedos desviando su mirada por la ventana —Hyung, quiero contarte algo

Pero la bocina del tráfico hizo que su voz desapareciera entre el bullicio

Llegaron al restaurante de confianza de SeungCheol, sólo para saber que no tenían sistema con su tarjeta de crédito y por lo tanto estaba descartado comer allí

—¡Aah! —Rezongo —Sólo me quedan treinta minutos para almorzar

Jihoon que observaba la situación en silenció y sabiendo los gustos de SeungCheol, le propuso una idea —Conozco un lugar donde podemos ir

—Pero no como carne —Le respondió con un puchero. Era divertido ver cómo su actitud cambiaba de un adulto a un niño

—Lo sé —Tomó su mano para ir devuelta al auto. Mientras caminaban SeungCheol aprovechó de entrelazar sus dedos, aquel gesto significaba mucho para Jihoon

Llegaron a un local pequeño, algo rústico y mesas bajitas y cojines para sentarse en el suelo. Jihoon creía que se alejaba mucho a lo que SeungCheol estaba acostumbrado pero cuando vio su cara de emoción, supo que las cosas más sencillas podían causarle la máxima felicidad

—¿Cómo sabías de este lugar? —Preguntó acomodándose en el cojín

—Siempre lo veo en el camino a casa —Jihoon miró la corbata torcida del mayor, sonrió pues a pesar de ser muy detallista en todo, jamás se colocaba bien aquella prenda —Es un poco pequeño

—Si, cómo tú —Rió dejando mostrar sus hoyuelos

—¡SeungCheol! —Le alzó la voz molesto y avergonzado. La muchacha joven que venía a tomarles el pedido también rió

—No te enojes, no te enojes —SeungCheol apoyó su codo en ka mesa al tiempo que ladeaba su cabeza divertido —A ver, di algo sobre mi

—Tus orejas son enormes

No pudo defenderse de eso y sólo agachó su cabeza con una leve sonrisa. Amaba cuando Jihoon se sentía en confianza para ser directo

Al cabo de unos minutos su orden llegó, comieron en silencio hasta que SeungCheol tomó uno de los tallarines y se lo entregó al menor

—Toma —Lo miró sonriendo

—¿Para qué? —Intentó pensar para qué le podía servir un simple tallarín —¿Quieres hacer la escena de los fideos como en esa película de perros?

—Si, vamos tomalo —Insistió

—No quiero

—Diviertete un poco, debes estar estresado con la universidad —Jihoon suspiró, no era malo aprovechar que SeungCheol sacara su lado infantil

Gemelo de Reemplazo (JiCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora