Caperucita explosiva y el lobo inútil [Katsudeku]

Capítulo dos: Una caperucita con problemas de ira

El miedo se apoderó de cada parte de su cuerpo, desde la punta de sus orejas hasta el final de su verdosa cola de lobo. ¿Qué tan tarde era para salir huyendo con el rabo entre las piernas?

«¡Es imposible que yo lo asuste, Wolf Might!»

Si querías hallar un sinónimo de problemas, bien podías usar las palabras "Caperucita explosiva". Cada lobo feroz que existía rezaba porque el karma no los odiara lo suficiente como para designarlos a aquel mocoso malhablado y tsundere. Justo cuando llegaba el rote de turnos, la histeria llegaba a su apogeo.

Pero eso no era lo peor de todo, no señor. La maldita y mentada cereza del pastel para el pobre desdichado que tuviese que efectuar el cuento con él, era que el maldito mocoso literalmente explotaba. Más de uno ha tirado la toalla a media historia por sus ya conocidos ataques de ira compulsiva.

«Lo lamento mucho, Wolf Might ¡Pero aún quiero vivir!»

Los únicos dos lobos que habían conseguir sobrevivir la semana completa repitiendo el cuento, eran conocidos como leyendas. Leyendas que Izuku tenía el provilegio de llamarlos mentores. ¿En dónde estaban los susodichos?

­— Así que aquí estabas, lobo de mierda. Pensaba que el imbécil de Eraser o el idiota de Might vendrían, pero parece que disfrutaré explotarte a ti.

«¡Que alguien me ayude!»

En ese momento, Izuku Midoriya, encontró a su más grande temor: Un rubio explosivo y travestido con complejo de tsundere.