Caperucita explosiva y el lobo inútil [Katsudeku]

Capítulo nueve: Análisis

Izuku miraba de forma perdida el cielo. Su mente se mantenía ocupada con un sinfín de cosas. Si bien, aquel chico rubio travestido con complejo de tsundere le atemorizaba, se había dado cuenta que era noble y buena persona en el fondo.

"— ¡Considérate perro muerto!" 

Muy, pero muy en el fondo.

Después de todo, debía considerar que además de ser obligado a ello por Mitsuki, el hecho de que Bakugou lo dejase dormir en la misma cama que él era algo que no se esperó.

Aunque claro, debía remarcar que en un principio, el chico lo botaba del colchón a drede. En un intento de que captara que durmiese en el suelo, como el "perro mascota" que Katsuki consideraba que era.

Además, pese a lo ocurrido con el chocolate, se dio cuenta que le daba cosas que no fuesen a intoxicarlo. Aún así, con el temperamento de Bakugou, este fascinaba de fastidiarlo con obligarlo a comer ese ansiado y mortal alimento para él.

— ¿Pasa algo, Izuku-kun?

— No, no es nada Princesa Uravity...

— ¿Seguro?

— Bueno...yo...

Antes de siquiera poder expresar sus dudas, el timbre sonó y el cánido Deku tuvo que ir directamente al salón de la clase 1-A del Departamento de «Lobos feroces»

— ¡Midoriya! ¿Pasa algo?

— No, no es nada Kirishima-san...

— ¿Seguro?

— Bueno, yo...

Antes de siquiera poder pronunciar algo, se vieron obligados a sentarse en sus respectivos lugares con el ingreso de Eraser Wolf al aula. Las clases pasaron muy aprisa para Izuku, y con ello, el día se convirtió en noche.

— ¡Joven Midorya! ¿Acaso sucede algo? Te veo un poco perdido.

— Bueno, creo que yo...

En ese momento, Toshinori tuvo que cortar la platica gracias al llamado estridente de Wolf Mic que dictaba su inmediata presencia en la oficina del director Nezu. Con la partida de Wolf Might también se fue la paciencia de Izuku.

— Midoriya, te estaba buscando. ¿Acaso te-...?

— ¡Sí! ¡Sí me ocurre algo, Príncipe Shouto!

Y, si Midoriya perdió la paciencia, seguramente era algo con demasiada importancia para callárselo.