Bennbad dibujó los símbolos a los lados de las lineas. Pico de gallo, ojo de perro, orejas de rata y cola de gato. Solo faltaba la sangre. Sangre que se haría poderosa tras derramarse. Apoyo la punta de su cuchillo, poco mas que un hierro con un mango de tela sucia, en su pulgar. Una gota cayó, sencilla en la arena. Cayo como un perdigón de su torre. Silencio.
Bennbad no veía nada ocurrir y se impacientaba. Estaba colérico. Rajó desde la falange y desgarro toda su mano. Un chorro de sangre manó de la palma y una bocanada de fuego erupcionó del círculo ritual. Se frotó los ojos, mala idea pues estaba ahora ensangrentado. Con solo un ojo vio entre la bruma roja una figura que parecía escapar de su visión cuando fijaba la mirada. Verlo era un recuerdo y su voz hizo temblar sus entrañas.
-Humano... Debes ser muy valiente si te atreves a despertarme.
-Necesito poder y solo tú puedes dármelo, señor de la sangre.
-Huelo tu miedo, mísero mortal. ¿No te atreves a susurrar mi nombre?Un silencio sempiterno reinó en la gruta oscura, iluminada por la velas y por los incandescentes cuernos del ser infernal.
-Bosou Koblamim. El espíritu de guerra.
El ser miró al humano. Era un pobre campesino. Un hombre débil y miserable. Pequeño y frágil. Fácil de destruir con sus dedos. Pero eso no sería divertido. Tenia sed de sangre.
-¿Qué quieres?
-Poder
-Vamos, se más claro.
-Quiero ser el mas poderoso de los hombres de la tierra.
-No concedo deseos. No doy riquezas ni encanto las armas con mi aliento. ¿Por que me invocas?
-Si me das la fuerza para aplastar a mis enemigos yo lograré el camino de ser el mejor de los hombres del mundo.Bosou rió satisfecho.
-Tu sangre entonces será fuerte. Deberás sacrificarme un cordero cada sábado y beberás toda su sangre cruda sin derramar una gota.
-Soy pobre...
-Lo robarás. Dentro de seis lunas te concederé tu deseo. Te daré una sangre fuerte.
-Gracias o Bosou...
-¡Déjame terminar, imbécil!Las velas se apagaron y los colores se rompieron. Tres cuernos brillaban en la oscuridad pero el círculo detenía al demonio.
-Tu pueblo caerá. Perderás todo lo que ansías a cambio de tu sangre fuerte. Todo en seis lunas.
El fuego se extinguió y Bennbad se quedó sólo. Sólo con su deseo. Sólo con carne, hueso y cartílago. Sólo con su sangre.
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La orden iridiscente
FantasiNadie nace eligiendo su destino. Los villanos de hoy son los héroes del mañana.