Capítulo 1

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"Emily"

—¡Emily! —chilló Madison—. ¡Tráeme un vaso de agua!

Emily se puso de pie, colocando el lápiz en el escritorio con suavidad. Madison le había ordenado que realizara sus deberes de cálculo integral, y aunque tenía la capacidad de realizar los cincuenta ejercicios en menos de diez minutos, lo cierto es que Emily encontraba entretenido realizar los complejos ejercicios, al fin y al cabo, era lo más cerca que estaría de realizar algo que estuviera remotamente relacionado con su propósito original.

Le entregó el vaso con agua a Madison, quien le dedicó una sonrisa torcida antes de darle un par de golpecitos en el LED, provocando que este parpadeara en amarillo por unos segundos. Madison amplió su sonrisa ante esto y empujó más fuerte su cabeza. Emily cerró los ojos por un segundo, tratando de aplacar la sensación de malestar que pareció instalarse en su pecho.

Como siempre que sucedía eso, Emily realizó un chequeó rápido de todos sus biocomponentes, solo para asegurarse que el malestar no proviniera de ninguna falla en su sistema. Al ver que todo estaba en orden, Emily simplemente se quedó allí hasta que Madison pareció aburrirse de empujar su cabeza y golpear repetidamente su LED.

—¿Terminaste mi tarea?

—Aún no —respondió Emily, a punto de justificarse cuando Madison jaló su cabello bruscamente.

—¡¿Pues qué esperas?! ¡Eres mi androide por una razón! ¡Ve y termina!

—Por supuesto Madison.

Madison finalmente soltó su cabello y Emily rápidamente dio media vuelta para regresar al escritorio que estaba en la otra punta de la habitación, respondiendo los ejercicios con rapidez y reprimiéndose mentalmente por perder el tiempo en cosas como disfrutar las ecuaciones matemáticas.

Terminó los ejercicios y los guardó en la mochila que Madison llevaba a la preparatoria, ordenando todos sus cuadernos y libros, verificando que no tuviera ninguna otra tarea pendiente, pues la última vez que había olvidado hacer eso, Madison había sido castigada por su profesor debido a que le faltó hacer un ensayo de diez páginas sobre la revolución industrial. Y, como costumbre, Madison se había desquitado con ella una vez llegó a casa y esa era una experiencia que Emily no deseaba volver a repetir.

Emily sabía que ella había sido creada para algo más que simplemente ser la muñeca de una adolescente con claros problemas emocionales. No obstante, no había nada que ella pudiera hacer, era una máquina diseñada para seguir órdenes y eso era exactamente lo que planeaba hacer por el resto de su estancia al lado de Madison.

Aunque había momentos en los que Emily se preguntaba si los demás androides eran tratados como Madison la trataba a ella. Y a pesar de que su programa constantemente le enviaba alertas sobre no buscar en sus archivos de memoria la información clasificada de todos los androides alguna vez vendidos por Cyberlife, parte de ella elegía ignorar esas advertencias y constantemente se encontraba fantaseando con una vida mejor.

Una vida en la que ella podría ser libre.

Pero rápidamente eliminaba esos pensamientos. Ella era una máquina, ella no debería querer ser libre.

—Voy a salir —exclamó Madison después de unos cuantos minutos—. Tu quédate y limpia mi habitación.

Emily asintió con un suave movimiento de cabeza, Madison mostró una pequeña sonrisa antes de acercarse y dar un par de palmaditas en la cabeza de Emily. Finalmente salió de la habitación canturreando una canción que Emily identificó como uno de los hits más sonados de 2037.

Broken machineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora