Veintidós

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El príncipe Jimin relajó sus hombros, se abrazo a sí mismo y ladeó la cabeza observándolo de pies a cabeza. Yoongi se encontraba completamente desnudo, pero no se avergonzó porque no había nada que no conociera, lo único que pudo pensar fue en lo delgado que estaba. 

Todo se resumía en unas simples palabras.

Secuestro.

Bruja.

Hechizo.

Desaparecimiento por meses.

Sapo Suga.

Amor sincero.

Encuentros.

Vida normal de regreso.

Argumentos.

Soltó un suspiró.

Ya tenía su explicación y quería hallarle la lógica, pero honestamente le llevaría un rato analizarlo.

—Deberías cubrirte —el príncipe Jimin lo señaló, luego estiró su brazo y sacó un albornoz del armario a su lado. 

Con pasos inseguros se fue acercando, tembloroso y torpe le colocó la prenda, sintiéndose tan cohibido como la primera vez que se unieron en cuerpo y alma una noche. La yema de sus dedos tocaron la piel nívea de los brazos de Yoongi sin querer y sintió necesidad de más. ¿De verdad estaba tocándolo? ¡Lo hacía! Sin medir sus acciones, deslizó sus pequeñas manos por sus brazos, tocando sus hombros, cuello, mandibula, hasta llegar sus mejillas, dejando caricias en su rostro, tratando de verificar que de verdad fuera él. Yoongi atrajo a Jimin sujetándolo de la cintura, pegándolo a él con sin usar demasiada fuerza porque su cuerpo estaba débil todavía. Lo trató con mucha delicadeza y afecto, lo abrazó y se sintió como lo recordaba.

Yoongi pasó su nariz por su oreja dejando pequeños besos en su cuello y mandíbula, dirigió una mano a su sedoso cabello y lo peinó suavemente.

—Jimin, te amo, ¿de acuerdo? —La alegría estaba cegándole, la inigualable esencia del príncipe en sus brazos le abrumaba tanto—. Por favor, no lo olvides jamás.

—Yo también te amo, Yoongi. —El príncipe tenía su mejilla apoyada sobre el hombro de su pareja, adormecido por los toque que recibía en su cabello y espalda baja—. Tú nunca lo olvides.

Yoongi continuó dejando besos en su cuello, porque ese era su lugar favorito después de los rellenos labios rosados, esos que estuvo buscando a medida que cambiaba de dirección, subiendo hasta las mejillas coloradas, donde se dedicó a dar mimos musitando palabras no entendibles mientras dejaba besos pequeños. Se separó un momento para verlo a los ojos y admirar aquellos dos diamantes azules que le traían loco desde los quince años. Sonrió dulce juntando sus narices y rozandolas entre sí; para finalmente posar sus labios sobre los de Jimin.

Fue la misma sensación como la del primer beso que se dieron un día bajo el árbol de cerezo.

Yoongi lo besó con ternura, un sencillo pero significativos toque labios.




-Niny ♡

❝왕자와 두꺼비❞; El Príncipe y El Sapo |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora