Noches Zodiacales

Afrodita

Entre y había algo muy fragante, un aroma que me invitaba a continuar mi camino, según el viejito rico de abajo yo debía verstirme muy bien y bella, así que vengo vestida elegante, de un vestido rojo pero no el mismo de antes, este es más sensual y femenino, apegado a mi cuerpo

Estaba maravillada, ninguna de esas rosas tenían espinas, y no parecían cortadas, sino que más bien, crecieron así, me detuve un momento a oler su fragancia, en eso, un hombre se acercó a mí, ese hombre era hermoso, me atrevería a decir más que yo

-Cielos, mírate...

Le sonreí y el hizo lo mismo, tomó mi mano en gesto de que me diera una vuelta para admirarme y lo hice, fue algo divertido

-Hoy tu belleza y la mía van a competir... Y sabes? Creo que eres muy buen contrincante

No esperó mucho, me volvió a dar vueltas y me cargó en sus brazos como si yo fuera una princesa, no paraba de mirarme y eso me hacía sentir muy nerviosa, tanto por lo que ibamos a hacer como por su belleza angelical, me bajó y con la misma sonrisa comenzó a bajar mi vestido lentamente hasta que cayó al piso

-Que esperas? No quieres igualdad de condiciones?

Me sorprende lo perspicaz que pueden ser estos caballeros, desaté el nudo del moño elegante que llevaba sobre su camisa rosa y lo desvesti, al menos calmé mis nervios lo suficiente como para quitarle su ropa sin que mis manos temblaran tanto, lentamente abrí su cierre y desabroché el botón de su pantalón ajustado, bajandolo y descubriendo su miembro, no cabe duda que Athena tiene unos hombres muy buen dotados en todo sentido

La cama estaba llena de pétalos de rosa, y me acosté en ella lentamente solo para sentir que estos tenían una suavidad única, que nunca antes había sentido, se puso sobre mí, sujetó mi cadera para darse vuelta y dejarme a mi arriba

-Quiero que sea de esta forma, así podré ver tu belleza en su máximo esplendor

Me sonroje pero ya no perdí tiempo, sujeté su miembro como una experta y lo dirigí a mi entrada, apenas senti la punta me estremeci y comencé a succionarlo con mi cuerpo, sentirlo dentro y ver su hermoso rostro sonrojarse por mis acciones fue fabuloso, sonreí con victoria, este hombre aparte de ser delicado parece ser más sensible que los demás, que sorpresa~

Me había puesto a brincar sobre él con una euforia única, gemía a cada acción y a veces meneaba mis caderas en círculos solo para provocarlo, sus manos recorrían mi cuerpo con un poco de dificultad por culpa del movimiento, el me acariciaba con una sutileza extrema, haciéndome cerrar mis ojos para disfrutarlo mejor

-Esperen no vayas a asustarte...

Al decir eso, yo apenas y pude susurrar un "que?" Más el mismo placer me hizo restarle importancia a ese mensaje, un grave error de mi parte

De la nada sentí un aroma extraño, dulce pero que nunca antes había sentido, el estar ocupada analizando lo me hizo ajena a un ruido extraño, ruido que parecía un crujido y cuando menos lo pensé había algo enrendandose en mis brazos

Omití un grito, o más bien lo escondí con un gemido, las ramas gracias a Dios no tenían espinas al igual que las rosas se la entrada y tampoco me apretaban, pero eran lo suficientemente resistente para no dejar que me libere, mis dos brazos ahora hacia atrás estaban completamente inmóviles, pero cuando traté de pensar más en ese detalle ya no podía, el olor era afrodisíaco, muy fuerte y parecía quemarme en cada embestida, abrí las piernas casi de forma instintiva y comencé a brincar con más fuerza, sumida completamente en la locura de ser tomada de esa forma debí haber puesto la cara más obscena que pude haber hecho hasta el momento, traté de enfocar mis ojos para verlo pero me era difícil, cuando lo logré ví su rostro completamente sonrojado soltando suspiros, era completamente hermoso, quizá esa era la belleza que quería que compitiera con la mía, mordiéndome los labios me dejé llevar por completo, no demorando mucho en alcanzar un orgasmo delicioso al sentir como el de él había estallado dentro de mí

El efecto de a poco se perdió, comencé a normalizar mi respiración al tiempo que las ramas desaparecían, me di vuelta para verlo y el me besó, igual que el lunático bonito de la cuarta casa

-No hay nada como un beso despues de que todo acaba, es como el broche de oro... Y debo admitir que eres una mujer muy bella, te has operado?

-No, nunca, jamás lo haría por algo que no es médico

-Oh! Belleza natural! Que lindura, ten, limpiarme con esto mientras yo preparo un té

Le sonreí y me relajé a esperarlo mientras la pregunta se repetía en mi cabeza, por última vez

Como será el hombre de mañana?

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Chicas, ustedes saben que no estuve bien, pero su apoyo y el de mi gente aquí me ha levantado más rápido de lo que yo misma pensé

Muchas gracias por eso ❤

Pero como dije, solo falta Shion y el capítulo de cierre, díganme, van a extrañar esto?

Nos leemos después mis Pringaos de Pringles!

Bye!