¿Cómo volvió a pasar?
¿Y encima me venía con esas chorradas después de haberse tirado a media ciudad?
Joder, esto no puede ser. Es un capullo que me engañó y no tengo que dejar que me bese ni yo besarlo ni nada por el estilo.
^No te puedes resistir. Es inevitable^
Al poco tiempo entraron mis compañeros de clase y la profesora de matemáticas con su típico buen humor y, después de que todos se sentarán, comenzó a explicar.
°•°•°•°
Al llegar a casa, vi que estaba mi madre.
^Al fin aparece en casa. A ver si se acuerda más a menudo de que tiene una hija^
-Hola cielo- me dio un gran abrazo.- ¿Que tal el instituto?
+Aburrido, estresante, lo mismo de siempre.
-Entiendo...- dijo un poco incómoda. Ella no entendía el porque de que fuese tan negativa.
Me fui a mi cuarto en el que Mía descansaba sobre la cama.
Cogí la mochila y empecé a vaciarla. Me di cuenta de que el sobre rojo y la rosa seguían allí.
Con tanto besuqueo de Esteban y visitar a Érica no me había acordado.
La abrí y empecé a leer:
~Hola Ana.
Feliz día de los enamorados o como tu lo llamas: Día cursi.
No se si esta carta te gustará porque no se me da bien escribir.
Quiero decirte que te ves hermosa cuando llegas al instituto, que cuando hay un examen y te pones nerviosa mientras juegas con tu pelo pelirrojo, te ves preciosa. Directamente, te ves linda en cualquier momento.
El caso es que estoy enamorado de ti y me gustaría que vinieses conmigo a la fiesta de carnaval que se va a celebrar en casa de un amigo tuyo (ya preguntaré por hay).
Si accedes, estaré disfrazado de Superman en la puerta esperándote.
Te amo mi pequeña.~
¿Por qué mi vida se complica tanto?
Yo no quiero a nadie. Me valgo por mi misma.
Pero la oferta era buena.
Podría probar. No pasará nada, supongo.
Mi móvil sonó con la música de "Tan Sólo Un Segundo" de XRIZ. Era un número desconocido el que llamaba.
+¿Sí?
-Hola Ana- era una voz masculina.
+¿Quien eres?
-Esteban.
+Es que como normalmente me llamas "Encanto".
-Vale Encanto- antes lo digo, antes lo hace.- ¿Quieres salir a dar una vuelta?
+Va a ser que paso- no quería salir. Hacia buen tiempo y prefiero que haga frío y que llueva (para quedarme en casa, cómo no).
-Estaré ante tu puerta en cinco minutos.
+Estaban, no, espe...- colgó.
Mierda.
Ese estúpido venía y, conociendo a mi madre, le abriría con los brazos abiertos.
Sólo podía hacer una cosa.
+Mamá- le grité desde mi cuarto.-¿Sabes donde está mi vestido azul?
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Esa estupidez llamada amor
Teen FictionA sus 17 años, Ana deja de creer en el amor porque todas sus relaciones no le han durado mucho tiempo. Está cansada de que todo el mundo le diga cosas como: Aún no encontraste el adecuado, en cuanto menos lo esperes aparecerá y etc. No quiere saber...