Un Día Más [Captain Tsubasa]

Capítulo 3.

Capítulo 3.

Utilicé las escaleras en vez del elevador para subir a mi oficina. Necesitaba tiempo para ordenar mis pensamientos. Estaba tan enojada con mi tío que poco me faltó para darle un golpe. Lo único que me detuvo es que si lo hacía tendría que llevarlo a un hospital y en ese momento no andaba de humor para doctores. Insisto, nadie ha dicho que Wakabayashi vino a México solo para verme a mí. ¿Por qué hacer tanto escándalo? Creo que ni el propio Wakabayashi sabe qué rayos está haciendo aquí.

Me senté en el rellano de la escalera, en el piso en donde está mi oficina. Si tuviera la costumbre de fumar, seguramente ya me habría acabado una cajetilla. Me sujeté la cabeza con las manos, comenzaba a dolerme como si tuviera en mi interior un centenar de hombrecillos taladrándome el cráneo.

- ¿Problemas familiares?.- me preguntó Genzo, suavemente.

Yo lo miro, tratando de sonreír. Él se sienta a mi lado.

- Algo así.- suspiro.- Aun no quieren entender que ya estoy lo suficientemente grande como para tomar mis propias decisiones.

- Te comprendo... .- me dice.

Me pone un brazo alrededor de mis hombros y me atrae hacia él. Yo vuelvo a sentir una descarga de adrenalina y al oler su colonia me vienen a la mente los recuerdos de la noche que pasamos juntos. Mando todo al queque, cierro mis ojos y apoyo mi cabeza contra su pecho. Se siente realmente agradable estar así...

- Supongo que vine en mal momento.- me dice, en voz baja.

Sinceramente, cualquier momento sería un mal momento. No es el tiempo lo que causa problemas, sino la situación que vivimos.

- Mi tío quiere que me aleje de ti.- anuncio.- Cree que vas a arruinar mi vida.

¿Qué demonios pasa conmigo que siempre tengo que arruinar los momentos más románticos de mi vida?

Wakabayashi me suelta y se retira todo lo que puede, cosa que no resulta del todo fácil dado el espacio tan reducido en el cual estamos sentados.

- Lo siento, no quise... .- no hallo ni qué decir.

- No, está bien.- responde.- No eres la única que está pasando por eso.

- ¿Cómo?.- eso sí que me sorprendió.

- Mis padres también se enteraron de lo que pasó entre nosotros.- él suspira.- Y me hicieron saber cuál era su opinión al respecto.

- ¿Qué te dijeron?.- pregunto, aunque no estoy muy segura de querer saber.

Wakabayashi mira fijamente un punto en la pared. Cuando por fin comienza a hablar, me doy cuenta de que está tratando de controlar la ira que siente.

- Básicamente, me recordaron que provengo de una familia de rancio abolengo.- dice, con sorna.- Realmente no se pusieron para nada felices cuando se enteraron de que tuve un romance con una extranjera, y desconocida, además. Ellos esperan que termine por casarme con la heredera de una familia de renombre. Alguien como... Liesl...

Y aquí viene de nuevo... Pareciera que el fantasma de ella está más que dispuesto a interponerse una y otra vez entre nosotros. Como si no tuviéramos suficientes barreras...

- Ya veo.- susurro. Otra vez me ha vuelto a doler la cabeza.- ¿Y tú que les dijiste?.- realmente me interesa saber qué es lo que piensa él al respecto.