Do you love me? [Synyster Gates]

4. Mi adonis griego

Me acerqué rápidamente a los chicos los cuales seguían en el mismo árbol de antes. Pude ver en sus miradas el nerviosismo y la preocupación, me había demorado más del tiempo esperado.

— Me alegra que estés bien, Chris— dice Jimmy me levanta en sus brazos y me deposita en el suelo nuevamente— ¿Cómo te fue con el chico? Quiero saberlo todo, todito — dice con un intento de voz de mujer.

— Sí chica, con lujo y detalle— continúa Johnny siguiéndole el juego.

— Son unos idiotas— no podía parar de reír — es un hijo de puta hecho y derecho, se cree la mejor cosa de este mundo e incluso cree que es "demasiado bueno" para estar en la banda. Incluso me tachó de mensajera y me agarró bruscamente el brazo mientras hacía mi salida indignada— les mostré la muñeca, la cuál había quedado con las marcas de sus dedos.

— Dónde vive este bastardo para castrarlo— la voz de Jimmy había cambiado completamente, su mirada se había tornado dura y se estaba arremangado la chaqueta de cuero que tenía puesta.

— Tranquilo Jimmy, no me duele, solo mi piel es delicada y al menor rasguño se torna roja — logré tranquilizarlo, pero su mirada aún seguía fría. Continué con mi relato — me dio su número de teléfono, me dijo que quería ver a la banda en acción para saber si aceptaba o no— mostré triunfante mi celular, Johnny y Jimmy rompieron a reír cuando vieron el nombre con el cuál lo había guardado

...

Nos dirigimos al Bar de Johnny, nuestro lugar sagrado de reuniones y locuras, para reencontrarnos con los demás.

La reacción de Matt y de Zacky e incluso de Valary fue muy parecida a la de Jimmy cuando le contamos lo que había sucedido.

— Si no fuese porque de verdad lo necesitamos lo habría mandado a la mismísima mierda— dice Matt en un tono enojado.

— Tranquilo mi amor— lo consuela Val.

— Bueno mi cielo— contesta Matt acarameladamente y le pasa la mano por la cintura.

Si estos dos se seguían comportando así, me iba a dar diabetes de tan solo verlos.

— Mi terrón de azúcar, ¿desea tomar una refrescante cerveza?— pregunta Zacky a Johnny, copiando descaradamente a Matt.

— Por su puesto mi adonis griego, estaría muy agradecido— Johnny se dirige coquetamente a Zacks, pestañeando de forma exagerada.

—¡ Basta de cursilerías! — exclama Jimmy riéndose desde el otro costado de la mesa, se levanta y se dirige al mostrador, y regresa con seis Heineken en sus brazos. — Brindo por la banda y que resulte todo como lo esperamos — dice emocionado Jimmy.

Levantamos nuestras botellas al mismo tiempo y contestamos al unísono con un — ¡Brindo!

...

Dos horas más tarde estaban Jimmy, Johnny y Zacky completamente borrachos, cantando una canción de desamor a todo pulmón, pareciera que de verdad les llegaba al corazón. Matt fue a dejar a Val a su casa porque su madre la necesitaba par no se qué cosa; y yo estaba sentada con la mirada perdida en el cenicero que tenía en frente. No podía dejar de pensar en el chico de ojos marrones que había sido bastante desagradable con una chica que ni siquiera conocía.

Me dirigí al baño con el fin de distraerme un poco y un chico que iba distraído chocó conmigo y derramó sobre mí el vaso de whisky que llevaba en su mano.

— Discúlpame bonita— dice girándose. El chico era el mismísimo Brian Haner.