Dos

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Ágape: es el término griego para describir un tipo de amor incondicional y reflexivo, en el cual el amante tiene en cuenta solamente el bien del ser amado.

Eros: Palabra usada para expresar amor sexual o los sentimientos de excitación que se comparten entre los individuos que se sienten físicamente atraídos uno al otro.


Segundo año UA.

Antes de sonara la alarma para salir de clases, dando por finalizado otro semestre de estudios, ya Aizawa-sensei se había acurrucado en su bolsa de dormir para darles el tiempo libre.

Los grupos comenzaron a organizarse, planeando cosas que hacer para ese último día en el edificio antes de volver a sus casas al día siguiente.

Bakugo trató de evitar que hablaran con él, la verdad no tenía muchos planes para el fin de semestre, pero no quería ser molestado.

Sin embargo, lo molestaron.

—Eh, Bakugo-kun —una voz femenina lo llamó. Levantó la vista para encontrarse con unos ojos marrones.

—¿Qué quieres, cara redonda? —respondió con brusquedad mostrando su característica mirada amenazante. Pero Uraraka no retrocedió, ella le devolvía la mirada desafiante como si fuese un juego.

—Como Kirishima salió, y él es el único que se atreve a hablarte sin que le explotes en la cara, nadie quiso atreverse a decirte sobre nuestra fiesta de llegada del verano, puesto que nadie quiere arruinar su día discutiendo contigo. Pero me dije ¡Oh, vamos! Bakugo puede ser un idiota agresivo, pero al menos se puede hablar con él. Así que vine a hablar contigo.

Bakugo gruñó, se levantó quedando cara a cara con Ochako y en su mano comenzaron a salir pequeñas explosiones de amenaza.

—¡¿Acaso quieres morir, cara redonda?!

Se escuchó un jadeo colectivo y un grito, poco masculino, del imbécil de Deku.

Pero Ochako ni siquiera apartó la mirada. Sus ojos marrones estaban fijos en él, nadie nunca se atrevía a mirarlo con tal desafío

Y Bakugo lo detestaba, puesto que sentía como si sus barreras se derrumbaran ante esos ojos marrones.

Gruñó y se sentó nuevamente en su silla haciendo un ademán con la mano.

—Como sea. No pienso asistir.

—Oh, es una lástima —murmuró ella inflando sus mejillas. Bakugo sintió que su corazón podría explotar ante aquel adorable gesto. Luego ella le dio una brillante sonrisa, tan brillante que sentía que el mundo podría iluminarse con aquella sonrisa—. Igual si te sientes solo, nosotros estaremos esta noche en la sala común, puedes bajar cuando quieras.

Y se alejó nuevamente hacia Deku e Iida. Bakugo aún sentía como si su corazón se fuese a salir, y mierda, como odiaba que eso pasar cuando ella se acercaba a él.

Porque siempre era ella, ninguna otra chica.

La verdad, Katsuki nunca supo porque llegó a sentir lo que sentía por Uraraka. Porque aquella cara redonda comenzó a aparecer más y más en su cabeza.

Sus ojos castaños, aquella mirada de guerrera que ella le lanzaba.

Era diferente a la mirada que le daba a Iida y al idiota de Deku. A ellos los miraba con afecto, le brindaba agradables sonrisas.

Ágape y Eros  «IzuOcha» «Kacchako »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora