¿Alguna vez has perdido a un ser querido?, apuesto a que sí, y si no es así, no podrás imaginar el dolor que se siente al saber que no podrás abrazar a esa persona nunca más, que ya no la verás todos los días o que ya no sentirás su amor. Estoy segu...
-Lo lamento, enserio, estaba muy asustado y olvidé cómo funcionaba -agachó la cabeza Matt.
-Si no sabías como funcionaba me lo hubieras dicho, ¿Entiendes lo que hiciste Matt?, ¡Ahora estamos varados en el año 1428 en Europa! y como si no fuera suficiente el reloj está roto y no tenemos los materiales ni herramientas para reparlo -camino de un lado a otro frotando mi cara por los nervios.
No me dí cuenta cuando Issac se acercó a mí y empezó a acariciar mi brazo. -Tranquila todo estará bien -dijo con ternura y mirándome a los ojos.
-No lo sé...pero espero que tú -señalo a Matt y lo fulminó con la mirada -soluciones esto pronto.
Me doy la vuelta y decido alejarme de ese lugar, sé que si me quedo diré y haré cosas de las cuales me arrepentiré después.
Luego de un largo rato caminando me topo con una pequeña cascada, tomo asiento en una gran piedra que está en la orilla, cierro los ojos y trato de respirar con calma, ya que aún estoy alterada, un par de minutos después abro los ojos y veó detenidamente el agua, mi hermana solía decir que el agua y la vida eran muy parecidas, ambas tan cambiantes... tan tristemente irregulares, impredesibles e inestables. Yo no lo comprendía, pero con el tiempo me dí cuenta que tenía razón. Este día el agua está tan calmada, pero quizá mañana todo se desborde, como sucedió conmigo, con nosotras... con mi familia; un ruido me saca de mis pensamientos, provocando que dé un pequeño salto y me gire. Al voltearme observo a un muchacho sin playera, con un pantalón de color negro, su cabello era castaño un poco ondulado, su piel era ligeramente morena, sus ojos eran verdes, tenía la mandíbula marcada, labios un poco gruesos y carnosos, en su cuerpo se marcaban sus cuadros, debía de medir más de 1.80, cálculo que tendría unos 24 años; para ser sincera era muy atractivo.
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-Disculpa, no quería asustarte -dijo el chico mirandome fijamente a los ojos. Su mirada era un poco intimidante.
-No hay problema.
Hubo un silencio muy incómodo entre los dos, hasta que él hablo.
-Perdona que lo pregunte pero... -se quédo pensando el chico.- ¿Eres de este reino?
-¿Por qué la pregunta? -contesté de una manera seria
-Bueno, conozco a todas las personas que habitan en el pueblo y en el castillo, y nunca te había visto. Además tu ropa es muy extraña -me recorre el cuerpo de arriba a abajo con la mirada.
-E-es que yo...vengo de un lugar muy lejáno. -trato de sonar segura pero no lo consigo y empiezo a ponerme nerviosa.
Nadie puede saber que vengo del futúro, de lo contrario, las personas pensarían que soy una bruja y sería quemada viva.
-¿Por qué estas nerviosa?¿ Qué es lo que escondes?
-¡No estoy nerviosa y no escondo nada! -sueno algo molesta, este chico está empezando a desagradarme
