–Jonghyun, ¿puedes decirle a tu novio que no quiero hablar con él?– Le miré exasperado por el retrovisor del vehículo, el mayor iba en el asiento delantero de la camioneta y el resto de la manada en la parte trasera. Seguía en mi plan de ignorar a la persona que colgaba de mi brazo con delicadez pero lo suficiente fuerte para hacerse notar.
–Bummine, dice Taem...–
–¡Ya oí lo que dijo Jonghyun! Estoy a centímetros de él, joder.– Maldijo Ki Bum y yo quise reír. Me limité a darle una rápida mirada fría para después desviarla hacia la ventana de la camioneta que nos llevaba camino al hotel.
–Centímetros que quisiera fueran más, amorcito.– Canturreó Jjong sonando aparentemente celoso. Ahí iban por una nueva discusión romántica.
–Cielito, estaré pegado a mi bebé lo que sea necesario hasta que me perdone.
–Pastelito, bien sabes que eso lo empeorará.– Se oyó la voz de Chanyeol desde la parte trasera, recordándole a Ki Bum mi exagerada "fobia" al contacto físico, como decía MinSeok, el más sensato de la manada.
–Pastelito tu trasero, Dumbo.– Gruñó Key y yo reí a la par con Baek y Jjong sin poder evitarlo más. –Soy el único que puede interferir en el espacio personal de Taemin sin recibir un golpe de regreso.– Se mofó Key regalándole una de esas sonrisas gatunas a Chanyeol y juré que pude ver a este rodar los ojos y bufar, hundiéndose más en el asiento con derrota.
Tan cierto.
–¡Oh! ¡Te reíste! ¿Ya me perdonas?– Apreté los labios y mi sonrisa desapareció provocando que un ridículo puchero apareciera en los labios de Key. –¿Por qué estás enojado? Igual te ibas a lanzar desde el puente como todos.– Y ahí estaba, una de sus típicas preguntas para sacarme la verdad.
–Porque no estaba listo.– No iba a dejar que descubriera la verdad. O al menos confirmara sus sospechas.
–Vamos, Tae, hasta gritaste un "estoy listo" antes de caer al vacío.– Cerré los ojos y conté hasta mil. Si Yeol no cerraba la boca yo lo obligaría a golpes. De todas maneras ¿De qué forma nos estaba escuchando? Si estaba casi que 4 filas atrás mío.
El apodo de Dumbo no era por nada.
Abrí mis ojos y fue...
Una mala idea.
¿Qué si mala?
Pésima.
Encontrándome con la mirada escrutadora de Key quien examinaba fijamente cada parte de mi rostro haciendo su propio análisis. Retrocedí lo más que pude cuando Key se acercó, su respiración chocando con mi rostro y sus ojos atravesándome hasta la cajita de secretos en mi cerebro. –¿Hay algo que debas decirme, honguito?
Mis ojos abiertos tan grandes como platos y mi mandíbula tensa. –Bien sabes que odio ese apodo.– Le recordé y su socarrona sonrisa me hizo pasar saliva con dificultad, acto que el observador de Ki Bum no pasó por desapercibido.
–¿Ah, no? Pero bien te derretías cuando te lo dice otra persona.– El énfasis en la palabra me recordó el profundo desagrado y resentimiento que le tenía a esa persona. Sentimiento que a veces envidiaba sentir hacia él.
–No sé a qué te refieres.– Le devolví con indiferencia y apoyé la cabeza en la ventana. Suspiré y cerré los ojos nuevamente y un recuerdo me invadió.
Gracias, Ki Bum.
–¿Qué dices de este gorro? Serás el más guapo en navidad.–Sentí que un objeto esponjoso era puesto sobre mi cabeza. Alcé el rostro para verme al espejo y sonreí al ver que se trataba de un gorro con forma de hongo de color marrón que resaltaba por mis cabellos rubios.
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My Chocolate Man. 2Min
RomanceUn amor, que durará toda la vida y las que le sigan después de esta. Un "te amo" pronunciado de sus labios, jamás se había dicho con tanta sinceridad. "Cariño" un apodo que solo al él ser su dueño, podría tener sentido. Un hombre al cual, el destin...