NARRA CHARLOTTE
Después de ese tan sorpresivo y loco encuentro, nos dimos nuestros números y hablamos un poco de ello, Blair me dijo que ella trabaja cerca de ese lugar en una pequeña floristería, se consiguió ese trabajo ya que así pagaba su formación en la universidad. Lo había pensado muy bien y si teníamos muchas cosas en común. Espere a que mi bus llegará, quiera llegar rápido a casa estaba muy casada.
Quiero tirar ese despertador al piso, cuando llegue a mi casa ahí mismo me dormí y me desconecte del mundo, estirando mi brazo apague el despertado, deseaba tanto seguir durmiendo pero no puedo ya que tengo mi turno en el trabajo, me levanto y voy al baño hacer mis necesidades, salgo de este y busco el oufit ideal para esta época, un jean, un hermoso buso de lana color café y unas botas, peino mi cabello y estoy lista, bajo a desayunar y salgo de casa directo a mi trabajo y presiento que va ser un día muy pesado.
Son las 4 de la tarde ya voy a terminar mi turno, pero entran dos personas unas mujer de aproximadamente de unos 40 años y un chico, hermoso de ojos verdes esmeraldas y unos rizos, y una bella sonrisa de unos 22 años, me dispongo atenderlos, pero no me concentraba bien porque el chico me miraba y me colocaba nerviosa. Después de un rato la señora se fue a buscar otra cosa y me dejo sola con el muchacho.
Charlotte: ¿Quieres que te muestre algo más? No sé por qué pero el chico me miro con una sonrisa pícara y me colocó más nerviosa.
Harry: Tranquila -¿Cómo te llamas? Tenía una voz gruesa y ronca.
Charlotte: Me llamo Charlotte y usted?
Harry: Harry, Harry Styles.
Nos sonreímos y en ese momento llegó la señora y me mostró los zapatos que se quería llevar, los pague, hice la factura y se fueron, pero antes que se fueran el chico me entregó un papel que decía, "Eres muy hermosa Charlotte, espero verte pronto" Harry. A pesar de que mi día fue agotador, esa pequeña nota me alegro y después de eso salí del trabajo.
NARRA BLAIR
Después de nuestro encuentro me dirige a mi casa, cansada me tire a mi cama hasta el otro día, cuando sonó el despertador no lo podía creer pero tenía que ir a trabajar, así que me prepare y salí de mi casa para tomar el transporte e ir al trabajo.
Me baje del bus que me deja casi directamente al frente de la floristería, mi turno es de 7 de la mañana hasta las 3 del día ya que tenía universidad a las 5 de la tarde.
Llego la hora de mi descanso así que salí a comprar mi almuerzo, cuando iba cruzando la calle veo que una moto se atraviesa, me quede paralizada esperando el golpe que nunca llego ya que alguien me empujó hacia en frente y me abrazo.
Ian: ¿Estás bien? Me pregunto, aunque todavía seguía algo asustada y muy aturdida le contesto.
Blair: Gracias por salvarme y si estoy bien. Dándole mi mejor sonrisa.
Lo mire fijamente este hombre estaba que arde, sumamente guapísimo, tenía unos ojos azules profundos, una sonrisa matadora y un pelo negro como la noche. Note que todavía me estaba sosteniendo así que tímidamente me empecé apartar.
Blair: Yo...eh...gracias en serio, no sé cómo agradecértelo. Dije algo sonrojada, maldigo ser blanca
Ian: Fue un placer una chica tan linda no merece ser arroyada. Dijo arrogantemente con una sonrisa de lado, deteste eso, pero no puedo negar que mi cara debe de estar como un tomate en estos momentos. – me lo puedes agradecer dejándome que te invite a comer algo-.
Blair: No tranquilo, yo antes soy la que te debería invitar, me salvaste a mí. La verdad no quería ser una presa más, pero él me salvo la vida así que tenía que pagarle de una o de otra forma.
Ian: No, ya te salve así que tengo que hacer el trabajo completo, esa es la única manera de agradecerme, vamos.
Y me arrastro hasta un pequeño restaurante, empezamos a charlar y descubrí que estudiaba administración de empresa ya que su padre tenía una y él seria quien la liderara en un futuro, le encanta leer poesía y tocar el piano, al final del día me dio su número y me dio un beso en la mejilla al despedirse.
Ian: Espero volver a comer contigo muy pronto Blair bye.
