I. Amor desquiciado

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—¿Por qué no me amas, Juuri?

Esta chica tiene el mismo olor que Juuri.

Al estar cerca de ella, sintiendo su calor, me doy cuenta que poco a poco mi pulso se vuelve lento. El extremo de la guadaña de Yuuki sobresale de mi pecho.

Así es, esta es el arma que la hija de Juuri maneja... ¿Por qué tiene que ser siempre así? ¿Por qué el deseo de mi corazón siempre debe colarse de entre mis dedos? Es como si mi mente comenzará a desvanecerse, en el fondo de mi corazón, yo llamo el nombre de mi amor.

¡Juuri...!

La sangre de color rojo oscuro manchaba mis manos. Al mirar hacia abajo, vi dos grandes montones de ceniza extendiéndose lentamente por el suelo. Todo esto es lo que quedaba de mis padres.

—Esto es lo que pasa cuando te interpones en mi camino, cosas malas...

Mis padres se habían llevado lejos de mí a mi preciosa Juri, lo habían hecho así para que nosotros nunca pudiéramos encontrarnos de nuevo. Pero peor aún, ellos me habían comprometido, a mí, con otra sin siquiera tener mi consentimiento.
Ellos habían elegido a Shizuka Hio, una princesa purasangre la cual todavía era una pequeña niña.

—Entiendo que para proteger nuestra inusualmente línea de sangre, debo casarme con un vampiro purasangre... ¿Pero debe ser está niña?

—¿Hay alguna otra chica que tengas en mente? —Miré a los ojos sospechosos de mi madre y sonrió ampliamente.

—Por supuesto que la hay. Sabes que estoy enamorado de ella, ¿No?

—Ese es un compromiso que no podemos aprobar. —La profunda voz de mi padre intervino, con sus ojos apuñalando sobre mí.

—¿Por qué no? Yo simplemente no puedo entender cuales son las objeciones que tienes sobre nuestro compromiso. Ya sabes lo preciosa que es para mí. Si... Es tan preciosa, qué quiero devorarla...

Los recuerdos su mirada y su sedosa piel clara surgieron espontáneamente en mi mente. Sentí que mis ojos se abrían de placer, una vez más atrapados en su encanto. Reparando en mi expresión, mi padre dirigió una mirada de disgusto hacía mí.

—Ese amor tuyo es perverso.

—¿Perverso?

¿Yo, perverso? En mi mirada atónita, mi padre murmuró con dificultad. —En cualquier caso, lo mejor para ambos es mantenerte al margen de Juuri.

En ese momento, un fuego oscuro se encendió en mi pecho. De repente comprendí cual era el significado de mi padre. Yo estaba completamente influenciado por los instintos vampíricos más bajos, en el más desagradable de los extremos. Por eso deseaba unirla a mi por sangre.
Mi propia hermana.

Pero en ese caso, ¿que podría estar mal con nuestra unión? Yo amaba solo a Juuri, a ninguna otra. Ella, que nunca podría mancillar a otra persona. Ella era mi santuario, mi tierra sagrada.

—Tú te unirás a la princesa Hio. Y no escucharé más protestas tuyas.

Aquellas palabras terminaron siendo lo último que habló mi padre.

Incluso todavía puedo recordar vívidamente el día del nacimiento de Juri.

—¡Rido-sama! ¡Haruka-sama! ¡El bebé ha nacido!

Corrimos directamente a la habitación en la que el bebé fue entregado. Cuando entramos, allí estaba mi madre en la cama, con el rostro cansado pero aún así se veía radiante.

—Nuestra casa ha sido bendecida con nuestra primera princesita. —Dijo mi madre.
Ella parecía tan feliz, sus labios se encontraban curvados en una sonrisa, mientras miraba a la pequeña bebé que dormía a su lado.

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⏰ Última actualización: Jun 30, 2018 ⏰

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