LOS SIGNOS DEL ZODIACO

Capitulo 1: EL COMIENZO

-Esa imagen...la eh visto un millón de veces en mis sueños pero, ¿Qué es? ¿Qué significa?

La extraña figura tenía la costumbre de moverse por todos lados, mientras que a mi alrededor era oscuro, ni un rastro de luz.
Esa figura tenía forma de dos "seis" acostados en sentido contrario uno del otro. También, más atrás de la figura, se veía...un cangrejo, si, un simple cangrejo naranja que cada dos golpes abría y cerraba sus enormes pinzas filosas.
Cada vez aumentaba mi miedo, ese cangrejo se me acercaba más, y más, y más, hasta que de un golpe brilla mostrándose a flashazos una imagen de un arma apuntándome, pero cuando estaba a punto de disparar...desperté.
Estaba agitadísima y nerviosa, sentía como mi cuerpo sudaba por tan tensa noche. Esa sensación molestaba un poco, así que decidí levantarme de la cama e ir hacia el baño. Al mirarme al espejo largue un largo suspiro de alivio.

-otra vez con el mismo "sueño" de siempre.

Decidida, me fui a mi habitación y me acosté en mi cama. Al hacer contacto con ella, sentí el frío que poseía, ya que el rato que me fui al baño, está se enfrió rápidamente, por lo que me agarraron escalofríos. Decidí volver a dormir, pero como no podía, me puse boca arriba y mire el techo. Cuando era más chiquita con mi mamá habíamos decidido ponerle estrellitas y lunas, así que cada vez que la habitación estaba a oscuras, ellas brillaban y me dormía fácilmente.
Asi que me quedé mirándolas, una por una, hasta sentir mis ojos pesados del sueño, y desde ahí, volví a ver todo negro, me termine durmiendo...deseando No volver a tener ese mismo sueño.

Lunes 12 de febrero de 20XX

El ruido del reloj me había despertado de tan pesado sueño. Abriendo y frotándome los ojos mire para todos lados y cansada me senté en mi cama. En el reloj marcaban las 7:39 AM...
¡¡Era tardísimo!!
Me dispuse a levantarme rápidamente, cambiarme y cepillarme los dientes, no me quedaba tiempo para desayunar, Así que agarré mi mochila y salí corriendo para la escuela.
¡¡Qué horrible!! El primer día de clases y ya tengo un "tarde".
Me concentraba en correr aún más rápido sintiendo la brisa del viento en mi cara y el calor del sol en mi espalda.
Al estar cerca del colegio, veo a Melody, a mi mejor amiga de la infancia, con su pelo ruloso despeinado a color castaño claro, su tez blanca y sus ojos verdes llamativos. La vi caminando raramente sola. Me acerco a ella agitada y le agarró del hombro intentando que pare un poco.

-es....espe....espera...- le decía a Melody tratando de recuperar aire.

-oh, Daria llegas JUUUUUUSTO a tiempo- Se hecha a reír.

-mi despertador sonó más tarde de lo que lo puse.

-Como siempre, ¿No?

-¡¡Hey, no es siempre!!- le digo en un tono algo serio mientras la empujó despacio. Ella sólo se reía de mis actos, que chica, siempre riéndose de todo.

Al pasar las horas habíamos llegado bien, sin ningún "tarde".
Tuvimos en las dos primeras horas, matemática, la "mejor materia del mundo". Todo era nuevo, nuevos cálculos, nuevos compañeros, nuevos problemas.
Me había sentado al lado de Melody, ya que no tenía con quien sentarme.
En esta hora, al principio no entendí nada, pero pasando de número a número, me Di cuenta de que no era tan un infierno resolverlas.
Terminando las horas de matemática, toca el timbre. Melody me dijo que tenia que ir a comprar algo para comer, así que la espere. Mientras la esperaba, saqué mi almuerzo. Al tratar de darle un mordisco a mi sándwich, ya que no había desayunado nada, sentí una mano tocarme la espalda, era uno de los nuevos chicos.

-oye, siento interrumpir tu momento de gloria pero, ¿Entendiste algo de lo que explico la profesora? Nadie me explica, quería saber si tu pudieras explicarme.

Al girar la mirada hacia aquella persona, era un chico alto, de piel blanca, manchado de pecas por toda su cara, de pelo castaño más claro que el de Melody...y unos ojos celestes claros que al mirarlo brillaban bastante.

-eh, si lo entendí ¿Qué no entendiste?- le pregunté amablemente. El me señala lo que no había entendido y le explicó como había entendido yo.

Me sentía incómoda cuando quedaba callada sin saber que responderle, así que le respondía con un "eso no se" como para romper el silencio. Pero por otro lado, me sentía superior al saber más que otro, aunque suene mal, pero me gusta sentirme así.

-¡Ah! Muchas gracias, por cierto, si sirve de algo...Me llamo Lucas- Me dijo sonriente y agradecido- cualquier cosa que necesites o no entiendas puedes decirme, te debo una

-está bien.

Después de ese encuentro, las horas del colegio avanzaron rápidamente hasta llegar al final. Todos los días fueron rutinarios, hasta que una tarde, sucedió algo raro.

[Continuará]