RAIN | KTH&JJK [PAUSADA]

002- Maldito sea

Verlo llorar, quebrado e hiriéndose, fue algo doloroso. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al escuchar ese nombre, el nombre que casi había olvidado. Esa sonrisa que no había visto hace tanto fue remplazada por una expresión triste y dolor plasmado en esos bonitos ojos, Jeon Jungkook parecía no haberlo recordado aún después de decirle su nombre, pero él cómo podría olvidar a kookie, como solía decirle.

"Tae, ¿que quieres de tomar?" preguntó el mayor a un costado.

"Un batido de chocolate"

"No entiendo por qué no bebes café" el castaño sólo se encogió, esperando mientras el otro pedía sus bebidas.

Era rutina, sí, quizá era eso pero cada fin de semana hacían lo mismo, reunirse en algún lugar, conversar sobre su semana, deambular un poco por las calles hasta que el sol empezaba a ocultarse y volver cada uno por su camino. Era agradable y reconfortante para ambos, se tenían el uno al otro.

"Yoongi hyung, vallamos a ver una película, hace tiempo no vemos una" puso ojos de cachorro y un pequeño puchero en sus labios, trató de convencer al mayor pero éste sólo negó "Vamos, sólo ésta vez."

"Tae, no quiero. La próxima ¿si?"

Realmente podían pasar horas así, sólo contándole al otro que tan bien o mal le había ido. Era domingo, el clima no era caluroso, tampoco era frío sólo un intermedio entre ambos, templado; la lluvia había dejado charcos por las calles una pequeña sensación de relajación y tristeza a su vez, no había tanta gente transitando, eso haciendo la caminata aún más agradable.

"¿Por qué demoraste en llegar hoy?" preguntó el pelinegro, haciendo que el castaño recordara lo de esa mañana, la sonrisa en su rostro desapareciendo de a poco y una pequeña opresión en su pecho haciéndose presente.

"¿Realmente quieres saber?" fingió una sonrisa y volteó hacia su hyung, éste alzó las cejas, obviando la respuesta.

"No me digas, parece que no quieres hablar de eso" dijo al cabo de unos momentos de silencio.

"Está bien. Sólo, es ¿complicado?" rió nerviosamente ante el recuerdo, moviendo las manos para expresarse mejor. "Ví algo, no, ví a alguien. No creí que estuviera en una buena condición así que lo ayudé, demoró más de lo que creí" esa risita nerviosa parecía no querer irse porque aparecía cada que Taehyung terminaba una oración. Bajó la mirada, observando sus pies al caminar queriendo alejar ese sentimiento que aún seguía presente en su pecho.

"Supongo que me dirás cuando estés listo" musitó el mayor, el castaño ignorando aquellas palabras por estar sumergido en su propio mundo.

*

Y ahí estaba, hartándose de alcohol hasta que éste saliera por sus poros, escuchando aquel sonido que sólo le hacía sentir aún más miserable, sintiendo cada melodía mientras dejaba salir aquellas gotitas por sus ojos.

A penas podía mantener los párpados arriba, los pies le bailaban ya no soportando su propio peso y sus sentidos nublándose cada vez más.

Verlo era lamentable, pero a él qué le importaba, después de todo estaba en la soledad de su departamento. Pero que sólo él fuera presente de aquel acto de miseria por su parte no significaba que lo terrible que amanecería al día siguiente se reduciría. Porque Jeon era responsable de sus propios actos así como de las consecuencias de estos.

Pero maldito sea el día en el que aquella persona decidió irse y dejarlo sólo.

Maldito sea aquel dolor que sentía

Y maldito sea él por dejar ver semejante imagen tan patética.

Razones para maldecir le sobraban pero fuerzas para seguir despierto era lo que en ese momento le faltaba.

Sabía perfectamente que esto pasaría, que ese fastidioso dolor se haría presente al despertar.

Es, fue y siempre será un imbécil, impulsivo y manejado por sus emociones.

Se encontraba tirado al borde de la cama, su cabeza apoyada sobre su brazo en la blanda superficie. Gruñó ante la sensación de que su cabeza explotaría y el horrible olor que percibió desprendiendo de su cuerpo.

Se levantó como pudo, dirigiendo a la ducha y abriendo la perilla, su cabeza fue lo primero que tocó el agua, –agua fría cabe aclarar– con la ropa aún puesta y siendo empapada, empezó a quitársela al sentirse sofocado, quedando sólo con su fino bóxer.

Y estuvo así por unos minutos hasta sentir su cuerpo menos caliente y la bomba de tiempo dentro de sus oídos ser desactivada.