RAIN | KTH&JJK [PAUSADA]

003- Debería

"¿Te parece gracioso?" el mayor le reprendió molesto por las acciones del otro "Estoy enterado de lo que pasó pero debes poner tu carrera y trabajo primero, se fue ¿si? Déjala ir, Kook" expresó con más calma en su tono de voz.

Realmente Jungkook no estaba en condiciones de responder, no sólo porque dañó su voz al consumir tanto alcohol, el vacío que sentía era suficiente para querer tirar todo lo que había conseguido, con esfuerzo y dedicación, por el caño. Se odiaba por sentirse así, él lo sabía, las personas se van, no debía doler tanto aquel abandono. Ya estaba grandecito para comprender este tipo de cosas y se odiaba por comportarse de esa manera, no tenía sentido lo que estaba haciendo porque esas acciones no harían que aquella persona regresara.

"Hyung, es tarde. Quiero dormir." musitó a penas articulando las palabras que había dicho, fue ahí que Jimin se dió cuenta de la hora.

"Oh. Te veo en dos días. Mejórate y más vale que no encuentre más botellas vacías cuando vuelva." el rubio advirtió yendo a la puerta para salir del departamento, dejando a Jungkook solo con aquellos pensamientos que le herían y eso sentimientos tan frustrantes atrapados en su pecho.

Eso que sentía pero no admitiría.

Y Jungkook como buen Jungkook que es, por supuesto que no haría caso a lo que su pequeño amigo rubio le había dicho, aún quedaban botellas para vaciar y tenía tiempo suficiente para terminarlas, descansar y reponer su voz.

Pobre, la sensación de vacío y miseria le consumía con la misma facilidad con la que él terminaba esa botellas de alcohol. Su estado en esos momentos era realmente triste.

¿Qué le pasó a su sonrisa?

¿Cómo pudo su felicidad irse tan fácilmente?

¿Por qué era tan débil y se destruía de esa manera?

Jeon Jungkook, a pesar de los 22 años que llevaba vivo aún no había aprendido mucho de las lecciones de la vida, a pesar de los duros golpes que le fueron dados en el pasado aún no sabía cómo esquivarlos y a pesar de haber sido abandonado antes, el dolor lo sentía aún como la primera vez, como si fuera un sentimiento nuevo cuando en realidad ya debería estar acostumbrado.

Pero seguramente con el tiempo estaría mejor, su dolor se iría de a poco y su sonrisa regresaría, porque dicen que el tiempo sirve para sanar las heridas sin importar cuan profundas y dolorosas sean hoy, en el futuro debería estar mejor. Sí, debería.

Jeon Jungkook, Jungkookie, Kookie.

Ese nombre que había estado en sus pensamientos desde la mañana anterior, desde haber visto al portador.

¿Él realmente no pudo hacer más para ayudar a su amigo?

Bueno, ciertamente no se habían visto por más de unos cuantos minutos, la situación tampoco era la mejor y no tenía idea si volvería a verlo pero aún así el buen corazón de Taehyung no podía simplemente dejarlo ir, no después de haberlo visto en ese estado pero de igual manera, ¿qué podía hacer?

Taehyung siempre es demasiado para cualquiera pero esa mañana pareció ser muy poco para Kookie, no tenía derecho para cruzarse en su vida en estos momentos porque ya parecía tener mucha carga en sus hombros y dolor soportando, Tae no ayudaría sólo llegando como un desconocido y complicado más su camino.

Por eso no haría nada para buscarlo, aunque le dolía tenía que dejarlo.

Si lo encontraba una vez más entonces se interpondría.

Si se cruzaban una vez más entonces le ayudaría con la carga.

Si lo volvía a ver entonces haría lo que fuera para ver su sonrisa permanecer.

Si tan sólo volviera a ver aquella sonrisa se aseguraría de no dejar ir al poseedor de ésta, de cuidar y proteger del ser que vió destrozado en una triste mañana en la que llovía a cántaros.

Se prometió a sí mismo algo de lo que no estaba seguro de cumplir.

"Señor, es su turno" le anunció la joven al otro lado de la barra.

"Si. Que me presenten, por favor." Y sí, era hora de la última presentación de la noche, de tocar como sólo él sabía. Se levantó y fue al escenario. Realmente el que lo presentaran era sólo por cortesía porque después de todo, ¿quién no conocería al mejor saxofonista del lugar?

Tocar era lo ideal en eso momentos, le ayudaría a despejar su mente de esos pensamientos en los que sólo estaba presente su querido Kookie. Lo ideal para el hasta volver a encontrarnos que tanto anhelaba Taehyung.