Will Solace (Intro)

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-...y el premio al mejor actor es para...- hubo un redoble de tambores.

-¡William Solace!

¡Bien! Había ganado el Óscar.

-¡Will!

-¿Qué?- desperté de mi maravilloso sueño porque alguien me llamaba.

-¡Es hora de desayunar!- me dijo mi compañero de piso.

-¿Y qué importa eso ahora? ¡Estaba a punto de conseguir mi premio!

-En sueños querido. Levanta.

Como respuesta le enseñé mi fabuloso dedo corazón de la mano -y va sin ningún cariño- le avisé. Miré el móvil. 12:28.

Amaba a mi compañero, pero odiaba que se levantara antes que yo. Se creía que cuando él se despertaba primero todos tenían que hacerlo igual. Parecía que tocaba la batería y estaba en un concierto de heavy metal por las mañanas...pero ¡ay de ti si cuando el dormía tú hacías ruido! ¡Se montaba la tercera guerra mundial! Éramos dos jóvenes de 22 años...¿qué le íbamos a hacer?

Antes no vivía con mi compi, lo de la casa para mi solo no funcionaba, así que pronto me mudé y compartía estancia.

-He hecho el desayuno para que no te sientas mal.

-¡Oh! Es todo un detalle de su parte señor, teniendo en cuenta que yo siempre hago la comida- dije con voz sorna mientras me levantaba.

-Tranquilo, que luego por la noche vuelves a tener ese sueño. Siempre lo tienes. El día que sueñes con orgías o unicornios voy a lavar los platos y teñirme de arco iris- anunció mi colega.

-Veamos que tal está ese desayuno antes de que sigas con tus tonterías.

Bueno, no estaba nada mal. Un desayuno digno de hotel 5 estrellas, ¡sí señor!

-Te perdono.

-No te he pedido disculpas.

Hize caso omiso y piqué de todo un poco. ¡Ah! Ya le veía untando los croissants en mantequilla y mermelada de cereza azul. Creo que teníamos esa manía de ver quién comía más empalagoso. Cogí las tortitas y las bañé de caramelo y nata. Un poco de dulce de leche le vendría genial.

-¿Compartes un poco?- le pregunté.

-¡Ah no amigo! Coge los tuyos.

-Uy el tacaño.

-Mentira- y me sacó la lengua.

-El maduro.

15 minutos después y seguimos comiendo. No sé cómo no engordamos. Bueno, hacemos mucho ejercicio y eso  ayuda.

Estábamos en el salón, nos quedaban dos horas para ir a trabajar. La rutina era así, siempre quedaban dos horas después de la preparación.

-¿Will me pintas las uñas?

-¿Otra vez Percy?- era la tercera vez en la semana que se las hacía. Y hoy estamos a martes.

-Lo siento, pero el azul que me pusiste ayer pega con otro esmalte de brillantes y tú lo tienes.

-Sólo porque me aburro.

Manicura, pedicura, lujos, fiestas y desmadre eran las cinco palabras que definían nuestras vidas. Percy compartía piso conmigo y aparte trabajaba en el mismo lugar que yo. De hecho la vivienda es suya, pero vamos a medias con todo. El día que le conocí fue cuando Dioniso (el hombre de negocios que me sacó de la calle) me llevó al establecimiento y el moreno fue el primero en presentarse. Él se preocupó por mí, por si estaba bien, si tenía casa... Me acogió muy amable y desde hace 4 años somos mejores amigos. Es muy sociable y cariñoso, amigo de sus amigos y muy leal. Para colmo era todo un dios griego y un macho de pecho en el pelo, digo, un macho de pelo en el pecho, bueno esto último no porque, siempre nos hacíamos la depilación y estaba cuadrado. Atraía a todo el mundo con esos ojos verde mar y su mirada seductora y su típica faceta de pícaro. Era todo un travieso. Al principio de los tiempos, había algo que me desconcertaba de él: cuando salía de fiesta o después del trabajo solía llevar sus ligues a casa. Hasta aquí todo bien. Vale, esos ligues no eran lo esperado, un día se traía un hombre, al siguiente una mujer, dentro de otros dos días te despertabas y en la cocina había un chico que estaba demasiado bueno... Así que llegó el día en el que le pregunté por ello, para que todo quedara claro Percy me dijo que era bisexual. Me alegré por él.

El dato que no conocía de mí era que yo también compartía la B del LGBT. Y se lo dije. ¡Guau! ¡No sabía lo bien que me lo iba a pasar con él! Salir de juerga era lo mejor y ligar junto a  Percy era divertido. Insinuarse a gente que no podría estar a nuestro nivel me atraía, sonaba un poco cínico y vanidoso, pero valía la pena.

Pero te preguntarás, ¿y ustedes no han llegado a tener algo?

La respuesta es sí. Hemos llegado y seguimos teniendo algo "especial". No era eso de disque "amigos con derechos" ni nada por el estilo. No poner etiqueta fue la mejor opción. No había problema si nos teníamos que besar o algo, la confianza estaba ahí y es lo que importa. Incluso hemos llegado a compartir algo mas que besos. ¿Qué fue lo que dije? No sé, yo hablo como en indio y en marciano porque ni yo mismo me entiendo.

Regresando al presente el "sesos de alga" -apodo puesto por una de las ex novias suyas- se acaba de sentar encima de mí. ¡Uh! ¡Mi momento favorito del día! Abrazar a Percy era mi hobby favorito, porque en cuanto el ojos verdes se me trepaba no se bajaba hasta que hubiera obtenido una buena sesión de abrazos de alto nivel enfermizo. Lo siento, a mi parecer éramos demasiado adorables.

-Hoy estás más mimoso que nunca Perce.

-Calla y abraza- ¿ya he dicho que era muy cariñoso? ¿Conocen la planta que se llama mimosa? ¿Saben cuando a un gato le acaricias y te ronronea? ¿Sabes ese momento en el que ves vídeos de perritos y bebés y mueres de amor? Pues Percy era exactamente igual. Y yo voy a morir de amor hablando de él.

-¿Nos vamos ya?

-No- contestó con voz infantil.

-Sí, nos vamos ya- le cogí como koala y agarré las cosas y nos marchamos.

La gente por las calles nos miraba y saludaban al pasar, desde el principio encajamos muy bien el el barrio de L.A. Ya era costumbre de los vecinos vernos a nosotros dos cogidos de la mano o haciendo tonterías por el camino.

El trabajo quedaba a doce minutos de nuestra zona y estaba en uno de los lugares más lujosos y frecuentados por gente con pasta (de dinero, no de macarrones y espaguetis). Había dos caminos; uno, ir andando, el segundo era coger un autobús.

-¿Cómo nos vamos hoy mimosín?

-Como tú quieras solecito.

Cogimos el bus. ¿Quién va a caminar con Percy en brazos? Cuando subimos el conductor nos miró mal.

-¿Y usted que carajo mira? Mire la carretera que se va a salir y nos va a matar. Estoy demasiado bueno como para morir tan pronto- le soltó el moreno cuando pagamos.

-Y depílese las cejas que están más pobladas que un bosque- añadí yo.

El hombre murmuró algo que no entendimos. Lo dejamos pasar.

Durante el trayecto estuvimos en silencio y al llegar al destino volví a coger a Percy en brazos. ¿Que no era que estaba cansado? Sí, pero no me resistí.

-Mmmm, tengo sueño.

-Y yo.

Entramos al local por la puerta de atrás. A pesar de ser de día ya estaba con mucha gente. Nos esperaba un largo día.



*Advertencias para próximos capítulos:

Tengo una obsesión con al música y todo lo relaciono a ella.

Y las descripciones del local y eso tendrán que esperar unos pocos capítulos más donde empezará el salseo.

¿Valdrá la pena esperar?

Seguro que . Como una vez: "Toda espera tiene su recompensa".

D.B💣

-Sol Candente-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora