Quiero creer que no he nacido para morir sola.
Se supone que cada persona tiene un lugar en este mundo, una función por cumplir, una persona con la que estar...
¿Cuál es mi lugar? ¿Cuál es mi función? ¿Con quién debo estar?
He vagado sin rumbo durante demasiados años y sigo preguntándomelo.
Lo mejor será aceptar la realidad de que no existe el destino. Lo mejor que puede hacer la gente en esta vida es esperar a encontrar algún sitio en el que se encuentre cómodo, que no sea peor que el resto de lugares por los que ha pasado... Buscar algo que se le de bien, que le permita mantener su tiempo ocupado y ganar lo suficiente para tener un techo bajo el que dormir y un plato que llevarse a la boca... Y tratar de buscar a alguien simpático, con la esperanza de que esa pequeña chispa que crees sentir no se desvanezca o, que quizás, aparezca con el tiempo.
Espero encontrar todo eso pronto y por fin dejar de vagar, vivir con lo que me encuentre por el camino... aunque no llegue al final.