El trecho es afanoso de arrostrar... Hiende en millares de tizas no ceñirte cada crepúsculo antes de la pernocta.Acepto que me atormenta.
Asimismo, no lograr rozar esos belfos que tanto estimo, no lograr perpetrar la pasión con la que tantas veces he fantaseado, no asirte entre mis remos... Todo quiebra mi médula.
Ambiciono que te ovilles en mi seno, anhelo arrullar tu que deja y rozar con mis belfos tu fiesta antes de las tinieblas. Deseo aparte de las sombras y lo que guarecen...
Más gabán espero que ulteriormente de un holgado jornal, en el que entrambos nos hallemos nacimientos del remanente de la raza, al vernos, el individuo inmediato al singular, la integridad desaparezca.
Tú supones mi sosiego, y yo, espero entrañar tu placidez en datas de aguacero.