Capítulo 8: Exámenes Finales

11 0 0
                                    

Habían pasado 1 mes y medio que Emily, daba clases a los de segundo y tercer año y se empezaba a estresar con los exámenes demostrativos, y peor, con los exámenes escritos. Cada alumno decía una cosa distinta, y los que lo decían igual, los suspendía automáticamente ya que sabía que habían copiado. Por otro lado, Snape, mandó a sus alumnos de primero, un montón de deberes y casi no tenía tiempo para salir de su habitación. Emily y Snape, solo se veían para enseñarse Pociones. Y la verdad es que Emily, iba progresando adecuadamente. Por otro lado, cuidar al perro de 3 cabezas, no era tarea fácil, pero con ponerle una melodía con el arpa, era suficiente.

Dumbledore no se dejaba ver, nada más que en las comidas y cenas. Y McGonagall estaba hasta arriba de corregir exámenes y trabajos de transformación. La profesora Sprout, la de herbología, tenía que ver si sus alumnos, trasplantaban bien las plantas curativas etc, para aprobarles, además que hacía exámenes escritos, con teoría de dichas plantas.

Quirrell enseñaba Defensa contra las artes oscuras a alumnos más mayores y Flickwick a los alumnos de primer año. Quirrell, enseñaba a sus alumnos y le costaba hablar, porque tartamudeaba y la clase olía a ajo por su repulsión a los vampiros.

Un primer trimestre muy movidito. Los protagonistas de esta historia, Harry, Ron y Hermione, hasta arriba, sobretodo, de la asignatura de Pociones, que tenían que hacer un trabajo de 3 papiros enteros, para entregar antes de la primera evaluación. Snape era demasiado duro con sus alumnos, aunque tenía demasiados favoritismos con su casa. La casa de Gryffindor, la odiaba eternamente, por lo que a ellos los ponían más deberes. Incluida a Hermione, que, aunque era muy inteligente, Snape la ponía a prueba.

Ya quedaba menos para navidad, y los exámenes finales, interrumpieron las clases particulares de Snape. Por lo que decidieron dejarlo para las vacaciones de navidad.

El veritaserum, estaba más que acabado y un día cualquiera por la tarde, Snape se acercó por el pasillo y la saludó.

−Hola. −Dijo Snape con seguridad.

−Hola Severus. ¿Que querías?, tengo que corregir unos últimos trabajos.

−El veritaserum que hiciste hace 2 meses, está perfecto para su funcionamiento. Quiero que te quedes un pequeño frasco. Toma. −Sacó de su bolsillo un pequeño frasco de forma ovalada, con una tapa de corcho arriba que ponía: Veritaserum, con la letra de Snape.

−Muchas gracias. Severus. −Emily sonrió y los dos se marcharon juntos hacía el gran comedor, para corregir trabajos, en la mesa de los profesores. Una vez allí, hubo silencio rotundo, Emily abría los pergaminos, y aprobó a casi todos en la primera evaluación, incluyendo a Fred y George, que tuvieron que ir al examen final, porque se tiraron todo el trimestre suspendiendo.

Corrigió el último trabajo y al levantarse para marcharse, Severus ni se despidió de ella.

Ella sintió que delante de la gente, se comportaba como un completo idiota. Y solo cuando estaba con ella, cambiaba demasiado su talante.

Se marchó de allí indignada, pensando que realmente no le gustaba Emily, es que realmente, no le gustaba, pero ¿Qué era lo que se le pasaba a Severus por la cabeza cuando estaba con Emily?

Todos los alumnos estaban estudiando el último fin de semana antes de los exámenes finales y Emily fue la primera en terminar el temario del primer trimestre, ya que sus explicaciones eran sencillas, resumidas y aunque era bastante exigente, se ganaba la confianza con sus alumnos. Cosa que Snape, pensando ella, podía pensar que tuviera envidia de ella, por ser simpática, a la vez que exigente. Era como Mcgonagall, excepto cuando se la cruzaban los cables. Como, por ejemplo, sucedió el primer día de clase con los de tercer año.

El Misterio de Emily Willson(La Piedra Filosofal)Where stories live. Discover now