|•Versiones humanas•|
Cross estaba terminando de cambiarse, cuando Lust apareció.
-¡Lindura~! Es tu tur...no... Wow-
El peliblanco solo miro hacia otro lado.
Unos Jeans negro de cuero, ajustados a sus piernas, con un corset del mismo material y una fedora negra.
Para Lust, una muy buena imagen.
-Dios Crossy...-
-No me llames así. Sabes que odio ese apodo-
Lust asintió; acudiendo con el, abrasándole su brazo izquierdo.
-Hoy sera tu estreno.... Por lo visto, tu amado no consiguió el dinero a tiempo.-
Sintió como el monocromático se tensaba.
-... Solo me han pedido bailar y ya-
-Y ahora, de striper a prostituta.-
Cross asintió.
Hace un mes que le habían secuestrado.
Su novio debía dinero a un capo muy importante, y este uso a Cross como rehén para que le pagara.
Y por lo visto, no consiguió el pago a tiempo.
Lust solo le dio unas palmadas en la espalda, en señal de apoyo; soltándole y saliendo del lugar.
-... Oh.- Aunque a unos pasos, Lust se regreso. -Se me olvidaba, alguien te envió un regalo.-
Extendiéndole una pequeña caja azul, Lust se fue.
Cross solo observaba la caja, ya le habían enviado regalos antes y ninguno era de su gusto.
Suspiro, abriendo la caja.
|•|
El lugar era adornado con luces rosas fosforescentes.
Varios chicos bailando para aquellos clientes ricos y obscenos.
Una mala combinación.
Cross caminaba hacia un pasillo apartado del resto.
Podía oír los sonidos nauseabundos.
Unos de goze.
Otros de asco.
Y los últimos, de sollozos y súplicas.
Habia tratado varias veces de huir, pero no podía. Tenían a su familia en la mira y no podía hacer nada.
Llegaron a una habitación, donde abrieron la puerta, empujándole para cerrarla.
Cross no camino, no hizo nada.
Miraba aquella cama, el cuarto era blanco, limpió.
Esta tenia unas cortinas negras y rojas cubriendo la cama.
-Bueno...- hablo quien yasia en la cama, una voz gruesa y elegante. -Veo que el no pago el precio acordado-
Cross temblaba en su sitio levemente.
-Nunca me a gustado matar a la gente, pero hize una excepción con el.. Aunque-
Aquella persona solo una risa estruendosa, moviendo las cortinas hacia los lados.
Y ahí Cross lo supo.
Su novio estaba loco.
En la cama yasia Nightmare, sonriendole feliz, también estaba un sujeto con boca cosida, sus manos unidas con un cuchillo pegadas a la almohada, sus piernas amarradas a extremos de la cama y sollozando.
-¡¿Tu..!?-
-Yo~-
Nightmare se levanto de la cama, abrasando a Cross, quien le devolvió el gesto feliz, casi al punto de llorar.
-¿Como...?-
-Bueno... Blueberry es útil cuando quiere. Tu familia esta bien, Edge esta ahora haciéndose cargo de los que están afuera. Horror también vino, al parecer, estaba buscando este sitio desde hace tres meses.-
Ambos chicos sonrieron.
Se oían disparos afuera, al igual que gritos.
El sujeto amarrado a la cama, gritaba, pero la costura no se la hacia fácil.
Nightmare miraba al sujeto, sintiéndole enfermamente.
-Cross... ¿Tienes el regalo?-
El chico asintió, sacando de el la caja.
-¿Una pinza?-
Nightmare sonreía, señalando al sujeto.
-Horror hará algo peor, por ahora...-
Dándole varios besos en su rostro, Cross solo abrasaba con fuerza a Nightmare, quien continuó.
-juguemos con el un rato-