Cuando "Dios" creo la Tierra, le encomendó al Sol (Zuko) y a la Luna (Katara) gobernar y reinar los cielos en el manto del dia y la noche... pero habia solo una regla que jamas debian romper... nunca podrian conocerse... pero el destino nos sorprend...
Una tormenta azotaba la Nación del Fuego, la lluvia caía fuertemente como los llantos de algunos ahi presentes.
Una ceremonia fúnebre llegaba a su fin, Zuko veía a su tío aun arrodillado ante una lápida, pero el aun no salía del trance en el que estaba... su primo, su amigo, su héroe yacía bajo tierra; su nombre grabado sobre esa piedra caliza de mármol fría... en ningún momento se dejó agobiar por el llanto, no podía, no lo creía, porque para el pequeño Zuko lo que veía no era real, era solo una pesadilla; donde se despertaría y correría al cuarto de su primo para despertarlo como siempre y él lo recibiría tirándole un almohadazo seguida de su característica risa... pero jamás regresarían aquellas mañanas, nunca volverían esos días de antes.
Su padre se alejó dejándolo solo y ver como su tío sollozaba ante la peor de las pérdidas de un hombre; el niño nunca sintió la ausencia de su padre.
Horas después habían llegado al palacio y cada uno retomo los labores correspondientes, su abuelo Azulon el Señor de Fuego, ordeno a sus dos hijos a que se presenten en la cámara de guerra, Iroh y su padre Ozai obedecieron enseguida; quedando solamente el en medio de un gran salón donde aún la presencia de la muerte gritaba en cada rincón; compungido sin saber porque corrió con todas sus fuerzas a la habitación de su primo, con su corazón a un ritmo frenético y el miedo en cada parte de su ser, empujo la puerta con fuerza y rezando a Agni de que Lu Ten este ahi en su cama leyendo... pero la realidad era esta... el no estaba ahí adentro, solo la oscuridad y el silencio que hacía eco en su alma devorándolo lentamente mientras se acercaba a paso lento a aquella sombría cama, y sin poder aguantar más, se derrumbó, cayo de rodillas llorando, llorando todo lo que no pudo sacar desde la horrible noticia de su muerte.
En su dolor, unos brazos fuertes lo rodearon, acompañándolo en aquella tristeza y perdida; era su tio quien lo acogió en su pecho, y el dolor corrió por todo su cuerpo gritando y pidiendo ¿por que? pero su tio no hablo, solo siguió consolando al niño puesto también el necesitaba aquel abrazo sincero para apaciguar su corazón y alma rota.
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...1 Mes Después...
Otro entierro se realiza en la real familia, siendo el Señor del Fuego, Azulon, quien partió a la gloria del reino de los espíritus. Aunque se sabe muy poco el motivo de su fallecimiento; pero sin lugar a dudas una semana después ante el asombro de una Nación, fue que su hijo menor, Ozai, ascendiera el trono y coronado como nuevo Señor del Fuego.
Zuko se encontraba en uno de los jardines reales, observando el nado tranquilo y apacible de los patotortugas; recordando así algunos detalles de su querida madre e incluso las tardes divertidas con su primo... aumentando así la inmensa soledad que hace tiempo empezó a gobernarlo.
