Una canción para Keith.

1.

—Hunk, debo hablar con él.

—Deja de darle vueltas, solo ve y habla con él.

—No es así de fácil, Pidge.

—Siempre fue así de fácil para ti ¿por qué ahora no lo es?

—No lo sé.

—Tengo una idea —Pidge tomó el balón de voleibol y lo arrojó con fuerza hacia donde se encontraba el chico sentado en la arena. El balón golpeó su hombro haciéndolo despegar la vista del cielo estrellado.

—¡Lance, tienes una puntería horrible! —Gritó la chica lo suficientemente alto como para que el chico lindo de rojo lo escuchara. —Ahora debes ir a buscar el balón.

—Eres terrible —le dijo Lance corriendo a buscar el balón, mientras ella y Hunk chocaban los cinco.

—Lo siento —dijo Lance sin mirar aún al chico frente a él —, mi amiga Pidge, es pequeña pero fuerte —tomó el balón de las manos de otro.

—No te preocupes, no dolió tanto.

«Hasta su voz es linda» pensó Lance.

Levantó la mirada y quedó hipnotizado. Unos ojos grises le decían todo y nada del chico frente él.

Y le encantó.

—Soy Lance —dijo extendiendo su mano en forma de saludo.

—Keith —respondió el otro tomando su mano.

«Sus manos son suaves.»

—¿E-estás solo? —Lance se maldijo internamente, ¿por qué estaba tan nervioso?

Los ojos de Keith soltaron un brillo de tristeza casi imperceptible pero, al igual que las lágrimas en la comisura de sus ojos, Lance pudo notarlo.

—Eh... sí —respondió Keith bajando la mirada, pero de inmediato su semblante cambió a uno serio.

Lance no pudo evitar quedarse parado ahí, simplemente mirando al chico frente a él. Se le veía tan transparente, aunque intentara ocultarlo, sus ojos decían todo. Después de unos segundos Lance habló:

—¿Quieres venir con nosotros? Nos hace falta un jugador —peguntó levantando el balón en sus manos.

Keith miró dudoso por sobre el hombro de Lance. No parecían malas personas y realmente quería olvidarse de todo por un momento. Además, la sonrisa de Lance lo terminó de convencer.

—Está bien, no estoy haciendo nada de todos modos —respondió encogiéndose de hombros.

—Excelente, ven, te presentaré a los chicos —dijo Lance tomando la mano de Keith.