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Como si la suerte estuviera en mi contra saliste del baño justamente cuando él se acercó y lo besé; parecía que él había empezado el beso, no yo.
Inmediatamente él se separó y me observó como si estuviera loca, se limpió los labios y volteo hacia ti.
Tú sólo nos quedaste viendo sin ninguna expresión en la cara más que sorpresa.

Amigo mío. [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora