I'll Be Waiting

Curso 2010/2011 - Parte 1

Son las ocho y cuarto y mi móvil suena con “Young” de Tulisa. Con aún cara de zombi y con un poco de malhumor porque odio que me despierten, cojo el móvil con pocas ganas sin pararme a mirar quién es y sin hacer el esfuerzo de sonar simpática.

-Niiiiiiiiiiiiiiina, dentro de media hora en la puerta de tu casa.

Antes de que pueda contestar ya me ha colgado. Parece que Ian está contento de empezar el curso, cosa que en mi caso no es así. Me masajeo un poco los ojos para acabar de despertarme, y lo primero que veo son tres mensajes en el Whats de mis chicas.

Julia: Mucha suerte en tu primer día Nina, te queremos. Cuando llegues a casa nos lo cuentas todo. Besos:)

Nat: Anda, ve a por todas y arrasa en el instituto, ya nos lo contarás todo eh!

Diana: Será jodida la tía. Espero que te vaya muy bien el día. Y ya sabes eh, tienes que cumplir con tus promesas y buscarme un sueco.

Río ante el último mensaje, Diana y sus locuras, como siempre. La verdad es que no me imagino ir al instituto sin ellas. Echaré de menos ver todas las mañanas a Julia, Fran y sus besos. Las repasadas de Nat hacia toda la gente y las inmensas locuras y comentarios de Diana. Lo único que ahora mismo espero es que pueda encajar bien en el nuevo instituto. Y de momento tengo el apoyo de Ian, espero que también sea así con sus amigos, porque si no ya me puedo ir buscando la vida.

Hoy decido arreglarme un poco más pero de manera que me sienta cómoda conmigo misma. Quiero dar una buena impresión pero sin dejar de ser quién soy. Decido vestirme con mis tejanos cortos de color claro con una camiseta de tiras blanca con el signo de la paz estampado en el medio y como calzado decido algo cómodo, mis Victorias negras. Me maquillo un poco, pero no de manera exagerada, y finalmente bajo al comedor para almorzar con mi madre.

-¿Estás preparada Nina? – me pregunta ella con una sonrisa de oreja a oreja.

-Sí. Espero que todo vaya bien.

-Claro que irá bien cariño.

Antes de responder miro el reloj; las ocho y tres cuartos. Ian debe de estar esperándome a fuera. Salgo lo más rápido posible de casa para no hacerlo esperar tanto. Pero entonces recuerdo que ha sido él quien me ha despertado. Lo primero que hago al verlo es dedicarle un puñetazo, con poca fuerza, en su hombro izquierda. Lo único que consigo es lo contrario a lo que quería; se ríe.

-¿Y eso porque Nina? – me pregunta confuso aunque no esconde su risa.

-Por despertarme. ¿¡No te jode!?

Solo ríe y a mí me invaden unas ganas inmensas de volverlo a pegar, pero esta vez más fuerte. Pero como muy bien dicen, la venganza es un plato que se sirve frío. Mientras vamos camino al instituto voy planeando mi plan maquiavélico, pero como no soy muy ingeniosa para estas cosas, más bien dicho todo lo contrario; soy una negada, decido que lo haré pagar con la misma moneda.

-Dime, ¿a caso te has arreglado tanto para impresionar a mis amigos? – me dice con cara pícara.

-Vaya, se ve que te gusta mucho tocarme las narices. Pues no, me he puesto así porque sí.

Aunque parezca que estemos discutiendo no es así. La conversación se mantiene en un tono divertido y con risas de por medio. Y, eso no se lo digo, pero si espero poder impresionar a su grupito de amigos. 

Ian es un chico muy divertido, y durante el sábado, cuando hicimos un recorrido por la ciudad, acabó de demostrármelo. De momento es mi único amigo aquí, y espero que con el paso del tiempo nuestra amistad suba de nivel, no me refiero a ese tipo de nivel al que todo el mundo se cree, me refiero a que espero que algún día Ian pueda llegar a ser tan buen amigo mío como lo son Diana, Nat y Júlia.