Argumento

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ARGUMENTO

Cuándo Anthony Henderson apareció en mi vida prácticamente la volvió patas arriba, él era de esos chicos divertidos y aventureros y yo una simple aspirante a bailarina. Rápidamente nos hicimos amigos, fue un clic casi al instante y de lo cual no me arrepiento en lo absoluto, a excepción del maravilloso hecho de habernos encontrado en la peor circunstancia para mi efectivamente. ¿Qué mierda hacía ese chico en los cambiadores femeninos?

“Al salir me encontré con el hombre más increíblemente atractivo que había visto en mi jodida vida y yo estaba prácticamente desnuda frente a él.”

Barbara Knightley nunca imaginó que su vida cambiara tanto de la noche a la mañana o de una ducha al vestier.

Anthony Henderson había decidió empezar sus estudios lejos del recuerdo de su exnovia y hacerlo sin previo conocimiento del plantel educativo definitivamente no había sido una buena idea y de eso se dio cuenta justo en el momento en el que escucho un grito demasiado agudo para su gusto, ¡estaba en el cambiador femenino, con una chica desnuda frente a él, la cual estaba gritando cómo una loca esquizofrénica!

-         ¿Puedes por favor callarte? – le indicó –

-         ¿Qué mierda haces aquí? – gritó – llamaré a seguridad.

-      ¡No, no, no!, calma, ¡joder! – se encogió de hombros – soy estudiante nuevo, sólo me he perdido y he entrado al lugar equivocado, quería ir al baño y me he desviado un poco.

-          Bastante diría yo, ¿puedes por favor irte? Estoy desnuda.

-          Ya veo – una medio sonrisa se dibujó en sus labios – y…

-          Idiota – se cruzó de brazos lo miró desafiante – lárgate.

“Jamás pensé que mi primer día fuese a ser tan jodidamente bueno, “Menuda niñata” pensé para mí mismo, pero lo cierto era que a pesar de que era la última cosa que esperaba encontrarme en mi inauguración cómo estudiante universitario, era la cosa más jodidamente buena que me había pasado en años”

Barbara refunfuñaba en su camerino mientras intentaba olvidar el episodio anterior, una mezcla de ira, vergüenza y una pequeña dosis de picardía se adueñaban de su diminuto cuerpo, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa al recordar la vergonzosa escena y el increíble gesto de aquel muchacho. 

Cuándo Barbara Knightley intenta negarse a sí misma la inevitable capacidad del destino de ensañarse con lo que cree que no debería suceder, cuándo por más que intenta alejarse de cada cosa o lugar que pueda convencerla de lo contrario, la cuerda de la negligencia, junto con la mano de una “casualidad” poco convincente y de un juego de azar bien hecho, le harán perder la batalla que luchaba contra Anthony Henderson, una batalla en la que se convencerá de que siempre, en todo lugar y en cualquier momento serán Más que todo, Menos amigos.

Más que todo. Menos AMIGOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora