Meliodas X Elizabeth ~ONE-SHOTS~ (Nanatsu No Taizai)

ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ᴛɪ ᴘᴛ. 2

Hola de nuevo pecados.
Aquí esta su segunda y penúltima parte... ~w~

Habrá una tercera parte muy cortita 7u7r

Va a ser una especie de precuela. Si, eso que se imaginan.

Sé que no es necesario decirlo, pero esto tiene spoilers.

¡ALERTA DE SPOILERS!

Sin nada más que decir. Espero les guste.
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De la humedad todo se transformó en una gélida noche. El pasto está frío, pero estoy cansada de volar, necesitaba sentarme.
El pasto baila un poco por el aire estremecedor del norte.

La noche es maravillosa, pero no lo suficiente para calmar la ansiedad que tengo. Me siento devastada y traicionada.

Siento un poder viviendo a mi dirección, supongo que es Meliodas por lo tanto no me muevo de donde estoy. Una de mis plumas sale volando lentamente, una mano veloz la toca.

"Llegaste antes de lo estimado, y caze algo para cenar, supuse que tendrías hambre"

Meliodas lleva una bolsa de tela en el costado y al abrirla se ve un gran pedazo rojo de carne, no soy una gran admiradora de la carne pero tanta angustia me hizo olvidar comer. Mi estómago rugió un poco, pero me mantuve firme en lo que iba a decir. Mientras Meliodas empieza a apilar unas cuantas piedras para formar un círculo, me quedo viendo que tan concentrado está. Su rostro refleja preocupación y eso no me gusta...

"Meliodas, debemos hablar seriamente"

Meliodas empieza a mover un par de ramas hacia el pequeño círculo, sé que mi rostro detona preocupación pero Meliodas parece interpretar otra cosa.

"¿Qué pasa? ¿Mi hermano se portó mal contigo?"

Me paro en seco al recordar la declaración de Estarossa. Meliodas nota mi cambio expresión y se detiene en seco al igual que yo.
Se acerca a mi y me mira directamente a los ojos.

"Elizabeth...¿Acaso Estarossa te hizo algo malo?"

"Eso no importa ahora tú y yo debemos discutir asuntos más importantes"

Meliodas no tenía idea de lo que quiero hablar, no sabía cómo decirlo, las emociones están a mi alrededor. Siento la presión sobre mi y me limito a sentarme en el pasto frío apoyando mis manos en la cara cubriendo mis ojos, juntando mis piernas a mi pecho.

"¿Elizabeth? ¿Qué pasa? Me estas preocupando" siento como Meliodas acaricia mi espalda en modo consolador. "¿Quieres un te?"

Por instinto solo asiento. De repente en la obscuridad una leve llama ilumina el lugar, es la fogata. No muevo mis manos, no quiero ver a Meliodas, todo por lo que ha querido defender se irá pronto...

"Toma, bebé mientras está caliente" bajo las manos y las apoyo en los brazos. Empiezo a temblar, las lágrimas están por salir, pero por impulso aviento el vaso que me ofrece Meliodas.

"¿Elizabeth?"

Me paro frente a él con la vista baja, apenas y noto que está de rodillas, pero no dejo de temblar.