Parte 8 en los primeros tiempos

8 0 0
                                    

A primera vista, nada parecía complicado. por el contrario. la perspectiva del mundo se ofrecia prometedora, como la sencillez misma.

Después de la nada, el universo. Después el caos, el orden.Después de las tinieblas, la luz Además, todo quedaba en familia, como si la destribucion se llevara acabo en privado, sin asomos de enojosas discusiones y dentro de las mas refinada educación y de la mejor armonía Para Júpiter, los espacios siderales. Para Neptuno, los océanos. Para Plutón, los dominios terrestres.

Aparte de lo dicho, una larga vida se les presentaba, o, mejor aún todos ellos contaban con la eternidad por delante.

Y como si esto fuera poco, otros personajes, tan inmortales como ellos mismos, los secundaban en sus empresas 

Juno, esposa de Júpiter, compartía con él las placenteras responsabilidades de su liviana carga de gobernante. Apolo, a su ves, ponía el sentido de la belleza, del ritmo y de la inteligencia, asi como Minerva tampoco lo hacía mal en este aspecto.

Pero como no sólo de inteligencia se debía vivir, aquí estaba afrodita para entregar el amor a manos llenas; mientras martes, espada al cinto, fingía que inflamaba por un quítame allá estas pajas, pero esto lo hacia de un modo retórico porque, a la verdad, no tenia contra quien descargar sus bélicos arrebatos. 

No paraba ahí el recuento de estos personajes, ya que otros, igualmente, reclamaban su presencia: Vesta protectora de los hogares; Artemisa, diestra en la cacería; Hebe, la representante de la juventud; Vulcano, el singular forjador de metales, o Mercurio, que se las traía  en esto de los juegos de mano y del comercio.

Se contaba con ellos y con muchísimos más Por ejemplo, hay que agregar Cupido, el amoroso niño; Proserpina, que tan pronto aparecía como desaparecía  de la faz de la tierra; Doris, que veía bajo el agua; Hécate, la que sabía de este mundo y del otro, de las calles y callejuelas, de la realidad y de los sueños, siendo alma errante de las encrucijadas; Baco, constantemente sobrio y elegantemente vestido, a pesar de la mala fama de alcohólico que se le cuelga; Como, el simpático señor que siempre fue el alma de la fiesta, Himeneo, el que lleva la vos cantante en los matrimonios; Momo, el de las chanzas, los juegos de palabras, el de las bromas pesadas y el de los chistes buenos y malos... Y otros y otros personajes cuyos nombres se nos escapan.

Depronto Jupiter jugaba a ponerse serio y entonces los convocaban urgentemente al Monte olimpo donde tenía su palacio. los otros moraban en sus respectivos domicilios, en el mismo monte, pero algunos que, por razones de servicio, tenían sus viviendas en la tierra y en el mar, y también en los abismos 

A la primera convocatoria del tonante caballero, todos acudían presurosos y hasta hoy es posible seguir su camino, si en las noches claras alzamos los ojos al cielo y contemplamos la Via Láctea. 

Llegaban, pues, al palacio jupiteranio y comenzaban de inmediato las celebraciones, ya que no se trataba de reunirse para discutir el presupuesto, ni las amenazas fronterizas, ni el problema del comercio clandestino.

¡ Ni eso, ni mucho menos ¡ 

Dionisio con Ganimedes se encargaban de preparar los cocktails, mientras como se atereaba en la cocina preparando el banquete, al tiempo que Terspsicore maravillaba a los invitados con su danza, ejecutada al son de la ira manejaba por Apolo.

Y así se estaban por días y semanas en una continua fiesta, y hasta la señorita Temis, encargada de administrar justicia, se olvidaba de los códigos y se mezclaba en la diversiones, desarrugando su ceño.

¿ Por qué entonces, nos duró hasta la eternidad este mundo, si todos estoy personajes erean eternos? 

¿ por qué si cada cual estaba metido en lo suyo, sin entremeterse en los asuntos ajenos, no continuaron de esta alegre manera hasta el presente? 

¿ Por qué de pronto el olimpo se aventó, sin dejar rastros, y por qué todos salieron disparados sin dejar dirección? 

Nada de esto se va a saber a ciencia cierta, tal ves lo más aproximado a la explicación seria pensar que estos personajes se aburrieron ( o se desesperaron ) de su felicidad, por qué comprobaron que no se puede vivir eternamente con el barómetro marcando siempre el buen tiempo. 

Acaso ni se aburrieran ni se desesperaran, si no que siguieran haciendo su vida ordinaria de costumbre, sumergidos con el jet set de sus lujosas existencias. Este circuito cerrado de la ociosidad elegante se les hizo estrecho de repente, y entonces por extravagancia, por ostentación por vicio, o por qué sé yo, bajaron a la Tierra- como si la felicidad del olimpo no les bastara- . mezclaron a los humanos en sus distintos, en un inestable equilibriode eternidad po una parte y de muerte por la otra 

la paz del cerúleo palacio quedaba rota, por consiguiente. Todos sus moradores, cuál más cuál menos, van a intervenir en las humanales querellas, ayudando a uno y a otros de los habitantes de este bajo mundo, tomando partido por éste o aquél, y, por lo tanto, enemistándose entre si, al defender a sus preferidos, y rompiendo la pacifica convivencia que hasta entonces habia sido su común denominador. 

la eternidad no dura en esta vida más que un instante, la felicidad se presenta y desaparece con prontitud: apenas la fiesta ha comensado y ya los fuegos artificiales se han extinguido. No se puede sustentar la existencia basada en la constante dicha o en el ocio constante. por el contrario la única felicidad posible ( la única felicidad que podría darnos una idea de la eternidad ) parece estar en la responsabilidad viril, en la tarea bien cumplida y bien ejecutada.

Otra explicación admisible para dispersión del olimpo acaso la encontremos en la propia realidad, en la realidad de todos los días. Ella - la realidad - empezó a filtrarse por las resquebrajaduras del edificio, como para poner en evidencia, una ves más la sostenible tesis de Recoger Caillois: ''de cómo la inteligencia se retira del mundo introduce en estos juegos sus problemas''. 

Si, la realidad empezó a introducir sus problemas en aquel mundo idilíco, porque ella no puede permitir, por definición, ningún vacío, ningún sector del que ella, la realidad, se encuentre ausente, aun de los exclusivos dominios quánticos.

Mas sea lo que fuere, lo cierto es que aquel mágico mundo ahora es un confuso recuerdo. Un poético recuerdo, podríamos agregar. 

podemos alzar la vista al cielo, en las noches estrelladas, y ver a los que Discursos apareciendo y desapareciendo, respectivamente Podemos pasearnos por la orilla del mar y escuchar el canto plañidero de la sirenas, podemos mirar por la ventanilla del tren y creer que es pegaso el que cruza la pradera, Podemos atisbar desde la orilla del abismo el fondo de la tierra y advertir las chispas de oro que brotan del yunque de Vulcano. podemos seguir el vuelo de la golondrina y hasta creer que todavía es Progne la que revolotea 

Y así sucesivamente...

Pero ya todo ese mundo mágico que nos imaginamos,  contemplar es tiempo pasado, es un recuerdo.

Deberíamos, entonces, llamar en nuestro auxilio a Mnemosina, para revivir aquellas felices, escenas través de la memoria.

Vuelven con esta Mnemosina, con esta memoria, a resurgir aquellos olímpicos personajes, aquellos fugaces seres de tan tormentosa existencia. Nosotros los hemos retenido por un instante pues ellos tan solo son un instante, son un pasado son un recuerdo.

Los hemos retenido por un instante, y velozmente nos han referido algunos detalles, algunas aventuras, algunas anécdotas y algunos secretos de sus existencias...

Todo esto lo han referido veloz y confusamente, atropellándose en sus frases, saltándose episodios, confundiendo otros, atribuyéndose como propios los que son de ajena procedencia, confundiendo los datos, equivocándose de medio a medio, reiterando lo dicho, diciéndolo de otro modo, riéndose de pronto, sollozando otras veces, destrozando sus vestiduras, manando sangre, saltando, gesticulando, desapareciendo, volviendo a parece, o adquiriendo, repentinamente, una inmovilidad de estatua...

Algo de lo que les hemos escuchado, o hemos creído entender, lo quisimos consignar por escrito en estas paginas. No por supuesto, la historia completa y bien hilvanada del Olimpo, con toda una erudita precisión- ¿- qué precisión se le podría exigir a ala imprecisión ?-, sino consignar algunos destellos que nos parecieron más nítidos y más puestos en una humana proporción y entendimiento. 

¿ Imperfección en una infiel escritura? 

Por supuesto que sí, porque, ¿ cómo es posible cristalizar una sombra, una imagen, un relámpago, un pasado y un recuerdo? 


LOS DIOSES DEL OLIMPOWhere stories live. Discover now