Grell estaba recostado en la cama, como todos los días, Sebastian acababa de llegar de una misión y fue a descansar a su cuarto antes de comenzar con el resto de los dias.
-Te...
-¿uh? ¿Grell estas hablado?- Sebastian saltó al lado suyo y lo vio a los ojos con una mirada de esperanza a ver una mejora en Grell.
-ves... muy mal...
-Lo siento Grell, ¿en verdad me veo tan mal?- Sebastian se sentó, tomó la mano de Grell y lo miró directamente a los ojos.
En respuesta Grell tan solo tensó un poco más el rostro, confundiendo a Sebastian si era de dolor o de inconformidad.
-Lo siento... estoy muy preocupado, me siento terrible. Sigo pensando que fue mi culpa, el haberte enfermado...
El rostro de Grell se volvió a tensar, esta vez definitivamente era de dolor, Sebastian pudo sentir como por un momento el aura de vida de Grell se apagaba. Esto le dio una pequeña punzada a su corazón.
-Digo... te enfermaste justo después de que estuvimos juntos...
-No... No te... Culpes...
-Pero Grell... soy un saco de enfermedades, maté a muchas personas... ¡I-incluso pude haberte matado a ti!- Su rostro se llenaba de dolor mientras sentía la vida de su amante drenarse lentamente.- ¡Ya no puedo con esto!...- se cubrió su rosto mientras derramaba un par de lagrimas.
Grell reunió todas las fuerzas que tenia y llegó hasta la mano de Sebastian.
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Dentro de unos minutos seria la hora de dormir del amo ciel; Grell estaba triste, cansado y hambriento. ya queria levantarse de aquella cama para poder dejar descansar a Sebastian, pero aunque lo quisiera, no podia.
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La puerta se abrió, dejando pasar a Sebastian quien cargaba con un pequeño plato de comida, o mejor dicho: papilla.
-Es hora de cenar...-Grell moria de hambre, no podia esperar a comer de nuevo con Sebastian, buena comida y sin ser papilla.
Sebastian dejó el plato en la mesilla y ayudó a Grell a sentarse en la cama, acomodó las almohadas para mantenerlo así y se dispuso a darle de comer.
A la primera cucharada Grell podia saborear los pequeños trozos de pollo y arroz que se mezclaban en la papilla, el sabor era delicioso, pero su cuerpo le gritaba que lo vomitara de inmediato. Así que tan solo se quedo ahí, sin poder tragar, en un momento ya estaba vomitando lo que tenia en la boca junto con la bilis que tenia en el estomago.
-ow, Grell, ¿estas bien?-Sebastian veia a Grell con la mirada perdida en las sabanas y la boca abierta dejando escapar todo el vomito. Sin moverse, como si no tuviera vida. Grell comenzó a dejar salir lagrimas, lagrimas de dolor, lagrimas de el asco que sentia por si mismo, lagrimas de verguenza- no llores, no llores...-Sebastian abrazó a Grell tratando de calmarlo- Por favor deja de llorar... no hiciste nada malo... ya para...
William regresó a la cede con el reporte de el paradero de Grell. Los supervisores estaban inconformes con cada parte de él; William estaba satisfecho con su inspección pero no con los hechos.
A él tampoco entendía el porque Grell estaba así de enfermo, presentía que la culpa la tenia el demonio, siempre la tenia.
La enfermedad de Grell se extendió por un poco más de dos meses, después de eso, Grell abrió los ojos a mitad de la noche; Sebastian estaba cansado hasta la sangre y había dormido un poco antes de continuar con todo.
-¡Siiiiiiiiiiii!- Grell se levantó con rapidez, despertando a Sebastian a quien se le había parado el corazón (si se le podría decir así) por un instante.
-¡Grell! ¡¿Qué es lo que pasa?!- estaba tan agitado que no se había dado cuenta del estado de Grell. De la sorpresa se había parado y estaba listo para atacar a cualquier cosa que se moviera.
-¡Estoy curado! me siento muy bien.- Sebastian no sabia como reaccionar, tampoco sabia que era lo que debía hacer ahora. Grell estaba bien, literalmente de la noche a la mañana se había curado. Ya no se veía cansado, mucho menos sangraba; se le veía con tanta energía que en una batalla fácilmente le podría haber ganado.
-¿c-como?-Sebastian estaba alterado, sorprendido.
-No lo sé, ¡no lo sé!- decía mientras se reía, se le veía relajado, contento, inquieto.- necesito... necesito llegar a a casa, ¡necesito hacer de todo!-Grell estaba apunto de salir disparado por la ventana hasta que vio a Sebastian, con el cabello desaliñado, extendiendo una mano cansada a él.
-E-Espera...¿Qué pasa si recaes?- Se preocupaba más por Grell que por si mismo, era tierno.-¿Qué pasa si te lastimas antes de llegar?
-¡No me pasara nada Sebastian! ¡estoy más que bien! ¡y es por ti!- una risa acompañada de un abrazo- ¡muchas gracias Sebastian! ¡te amo! nos veremos luego.
Sebastian dejó caer todo su peso al suelo; su amo estaba siendo un maldito todos esos dias, dejando que se lo llevaran hasta el otro lado de la ciudad tan solo para tener a Sebastian ocupado, llendose solo a mitad de la noche a "buscar un bocadillo", dejandose llevar por el principe a cualquier lugar peligroso. Tan solo para ver como se veria un inmortal preocupado y cansado.
Grell estaba siendo una carga pesada, aunque a él nunca se le habia ocurrido llamarle así.
/
Grell sabia que era el lastre de Sebastian. Que podia haber sido objeto de chantaje por su culpa. Es por eso que trataba con todo su ser de levantarse de esa cama lo más pronto posible.
La mayoría de su cuerpo se había curado, pero su pecho aun dolia cuando se fue.
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Hasta aqui, apesar de que lo lei un millon de veces no veia los errore que tenia xd, si encuentran más a lo largo de la historia no duden en decirmelo.
¿que les parece la historia? ¿que le hace sentir?
Los quiere la esposa del conejo escritor :3
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Duele
FanfictionGrell y Sebastian tienen una relación bastante buena después de lo que había ocurrido aquella noche en la mansión. Casi todos se sentian tranquilos con su relación, pero alguien estaba bastante molesto, sobretodo con Grell, asi que, idea un plan par...