Deus In Absentia

no

Todos los que ya se encontraban en la habitación miraban atentos, impactados,  a Tobias y en momentos pasaban fugazmente su mirada en Blanca que seguía sentada, en silencio, en una silla que estaba al rincón de la habitación, con un rostro de serenidad que hacia parecer que no había escuchado lo que decía la nota que Tobias acababa de leer.

-me parece que eso es mucho...ya sabes -hablo Air extrañado-

-Si...¿en serio cerraron todas las habitaciones menos esa? solo para que...¿mas o menos para que- preguntaba Earth confundido-

Tobías ya no quería responder preguntas, se veía fatal, estaba enojado, el solo salio de ahi apretando con fuerza sus puños sin decir absolutamente nada dejando a la joven albina en el aire, ahora los  ojos de los demas estaban sentrados en ella, esperando a que dijera algo, mas nada salia de su boca.

-su majestad...¿esta bien?-ella solo asintio con la cabeza mirando a un punto muerto ante la pregunta de Fire-

Fueron minutos de incomodo silencio, Blanca no dejaba de pensar en lo retorcida que sonaba la idea de que cerraran todos los cuartos para que ella y Tobias se vieran obligados a estar juntos, definitivamente iba a ser dificil evitarlo de esa forma, pero tambien le daria algo de seguridad el estar con el y no completamente sola.
Era un extraño sentimiento de alivio y verguenza el que la rrecoria en ese momento, pero no decia nada.
Se levanto para salir de ahi con todas las miradas sobre ella, empezo a cominar sin rumbo alguno por el castillo, se sentia extraña en aquel lugar y a estas horas empezaba a sentirse algo hambrienta.
Algo que nunca le habia gustado de vivir en el palacio era la servidumbre, no le gustaba sentir que hacían todo por ella, pero reconocia que de no ser por eso no hubiese conocido a su "mejor amiga".
Mas fue un alivio no ver servidumbre por ninguna parte, asi que se sintio en total libertad de ir a la cocina y prepararse un plato de avena.
Aprovecho que en todo el lugar a su alrededor solo estaba ella, para comer ahi mismo, parada en medio de la cocina, sin brillo alguno, sin mayor extravagancia, sintiendo el dulce sabor de la tibia avena pasar por su garganta.
Asi pudo terminar en completa paz, lavar el plato y salir de ahi hasta llegar a la sala del trono.

-su majestad...-se escucho una voz entre las sombras-

-si?- tuvo que responder algo confundida-

-s-se encuentra bien?-pregunto Omega algo asombrado pues le habia respondido-

-me encuentro perfectamente... gracias- respondio seca volteandolo a ver-

-que paso en el...

-nada -lo interrumpio Blanca haciendo que Omega apretara los puños algo molesto, no olvidaba la imagen de Tobias cargándola como si fuese una niña pequeña, dejándola meterse en su pecho, dándole toda su protección-

-puedo hacerle una pregunta?

-adelante...

- siente algo por Tobias?- fue directo al grano-

-no...realmente no...-dijo desconcertada de ella misma, haciendo que Omega sonriera tras su mascara-

-te recomiendo que lo trates con indiferecia...porque el si podria...

-no lo hara- volvio a interrumpirle, haciendo que este apretara con fuerza sus puños mientras estos temblaban y su mandibula se contraia-

-bien...-Omega se retiro, lleno de rabia, dejando a Blanca sola nuevamemte-

Blanca miro todo el lugar, sintiendose asustada nuevamente por el hecho de estar sola, no olvidaba el encuentro que habia tenido con Emeritus II en el laberinto, no se lo queria volver a encontrar por ahi, no queria volver a pasar por una de sus intimidaciones, ni volver a tenerlo tan cerca nunca en su vida.
El tipo simplemente le aterraba, esa mirada asesina no paraba de pasar por su cabeza.
Añoraba tener un libro entre sus manos en ese momento, poder perderse en otro mundo y dejar de pensar en eso. Poder sentir las paginas rozando sus dedos, tal vez hasta pintandolos de carmesi.

-esta todo bien?- la joven albina volteo y se encontro con Tobias quien se encontraba terminando de bajar las escaleras para acercarse a ella, quien solo asintió con la cabeza- me acompañas un momento?

Ella volvió a hacer el mismo gesto y siguió a Tobias quien se sentía incomodo por su silencio.
Ambos subieron las escaleras, caminaron por un pasillo algo oscuro hasta llegar a una habitación en la que ambos entraron.
Lo primero que se veía al entrar, y que fue algo alarmante para Blanca, era una gran cama matrimonial, con la cabezera negra, las grandes almohadas y las sabanas grises.
Sus ojos siguieron recorriendo la habitación, sintió felicidad al ver que en una estantería blanca estaban todos sus libros.
Una sonrisa se formo en su rostro al ver un balcón incluso mas grande que el de su habitación anterior.
Después se dirigió a una pequeña puerta, al abrirla vio toda su ropa, e incluso ropa nueva de un lado del armario, mas por pura curiosidad miro al otro lado y le hecho un ojo de lejos a la ropa de Tobias, para su sorpresa pocas de las prendas eran formales la mayoría de su ropa era la de un autentico rebelde, mas llamo su atención lo que parecía ser un traje de papa, pensar en el con esa ropa, le causo un sentimiento de terror, imaginarlo con esa vestimenta tan similar a la de sus hermanos mayores le aterraba.

Salio de ahí algo asustada sabiendo que Tobias seguía ahi, mas sus ojos recorrieron cada rincón de la habitación y el no estaba por ninguna parte.
Sintió algo de tensión, pero aprovecho el momento para dirigirse de nuevo al closet y tomar una toalla.
Salio y fue hacia  la otra puerta que se encontraba en la habitación, encontrándose así con un baño bastante grande. Dos lavamanos, un espejo enorme y al final de este una gran bañera, se dirigió a esta y guindo su toalla. Sus manos fueron hasta la parte de abajo de su vestido, subiéndolo poco a poco hasta dejar su delicado cuerpo al descubierto, las prendas interiores cayeron  igualmente al suelo.

Blanca podía sentir el agua resbalándose por sus largos cabellos albinos, las gotas correr por su espalda mientras frotaba su cuerpo,  con el jabon. Era relajante.

Al salir envuelta en su toalla le extraño no ver a Tobias, mas también le alivio bastante.
Entro al closet y  busco sus pijamas, mas quedo simplemente impactada al darse cuenta de que las habían cambiado, intento recordar si las había visto la primera vez que entro al closet, no fue asi, sus pijamas de mangas largas nunca estuvieron ahi.
En su lugar habia pequeñas prendas con un color que no usaba mucho:
el negro.
Bastante incomoda por esto se puso una que era conformada por un pequeño short negro hecho de una tela fina y una franelilla bastante suelta.
Se miro al espejo con un tono rojo en sus mejillas, en serio era muy corto.

Salio, se sento en la peinadora, e hizo dos trenzas en su cabello rapidamente para acostarse en el lado derecho de la cama.

Cuando estaba apunto de caer en el sueño profundo, vio como las luces del baño se apagaban y después sintió como se hundía delicadamente el otro lado de la cama, era Tobias metiéndose entre las sabanas.

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Solo queria decirles que... AYER ME LLEGO EL FESTIVAL DE LA BLASFEMIAAAA
HAAAAAA!!!